domingo, 13 de abril de 2008

Normal y constitucional, pero política

Rolando Cordera Campos


Como ha dicho Cuauhtémoc Cárdenas, en sus términos la iniciativa de Calderón para reformar Pemex es inaceptable. Lleva a contravenir y violar la Constitución y pone en peligro de abierta ruptura lo que queda del pacto que nos ha permitido sobrevivir como nación y alimentar sueños realistas de renovación democrática. Así de grave es la situación creada por la forma y el fondo de las propuestas presidenciales del martes, y así de firme debe ser la respuesta de los legisladores mexicanos y de sus partidos. Si de reformar se trata, hay veredictos históricos que respetar porque nos comprometen a todos, más allá de banderías políticas y ensueños ideológicos y, ahora, hay condiciones que cuidar y atender si además se quiere que la reforma refuerce y no violente el acuerdo democrático mínimo a que hemos podido llegar en estos duros y espesos años de tránsito.Leer mas

PEMEX, empresa nacional

Arnaldo Córdova
13 de abril

Desde los tiempos del presidente Carranza, todos aquellos que colaboraron en la elaboración de nuestra rica legislación petrolera hasta los años del cardenismo, siempre pensaron en hacer efectiva, de un modo u otro, la doctrina constitucional de la propiedad nacional del subsuelo. A casi todos ellos les vino a la mente la necesidad de, un día, fundar una empresa petrolera que fuera del Estado revolucionario y que pudiera, no obstante el dominio abrumador de las empresas extranjeras en la industria, presentarse como competidora eficaz en la explotación de nuestros hidrocarburos. Abundan las sugerencias y hasta los proyectos claros. Leer mas