domingo, 30 de noviembre de 2008

NO SE ESTAN ESPERANDO




Antonio Gershenson
No se están esperando

Se pone mucha atención en la solicitud de las tres grandes empresas automotrices estadunidenses de un “rescate” multimillonario. Se dirigieron a la Cámara de Diputados (allá, de representantes). El presidente de la Comisión (allá es comité) de Energía y Comercio les parecía buen conducto.

Este presidente era John D. Dingell, legislador por un área de Detroit, capital del automóvil en ese país. Llevaba 28 años de encabezar a los demócratas en esa comisión. Había frenado o bloqueado muchas regulaciones de seguridad y ambientales que las compañías automotrices decían que no podían cumplir. Por si fuera poco, su esposa Deborah ha sido durante bastante tiempo alta funcionaria de la General Motors Corporation. Aquí, diríamos que eso es conflicto de intereses.

Con tantos años ahí, este legislador no esperaba que hubiera un candidato “de oposición” cuando llegó el momento de renovar o ratificar al presidente de la comisión, muy importante para cuestiones de energía, calentamiento global y legislación sobre salud. Pero ahora se lanzó el diputado Henry A. Waxman, representante de un distrito de Los Ángeles, la ciudad que más medidas ha adoptado a lo largo de los años contra la contaminación ambiental.

Waxman ha impulsado, además de medidas contra la contaminación, acciones de protección al consumidor y subsidios a medicinas de patente para los habitantes de bajos ingresos o de la tercera edad.

La votación fue secreta y en ella no tenía Obama ninguna injerencia formal. Pero el presidente electo nombró director de las relaciones con los legisladores a Philip Schiliro, que había sido por mucho tiempo asistente de Waxman. El hecho es que a la hora de la votación en el cuerpo al que corresponde la elección del presidente de la comisión, ganó Waxman.

Lo que se ha planteado en cuanto al dinero para las tres grandes compañías: General Motors, Ford y Chrysler, es que se apruebe sólo sobre la base de un programa de estas empresas que las haga competitivas, o sea, por ejemplo, que no quemen tanta gasolina. Precisamente el menor consumo de combustible fue una de las piezas clave para que las automotrices japonesas y, en menor medida, europeas les hayan estado quitando la clientela a estas tres. Otra fue que la gente los considera de mejor calidad.

Entonces, si quieren el apoyo económico deberán transformarse y cumplir con una serie de normas, con la tecnología que ellos decidan, pero que impliquen menor consumo de gasolina, entre otras cosas. Las compañías petroleras también saldrán afectadas.

Se dice que el nuevo presidente de la Comisión de Energía y Comercio será mucho más compatible con el cumplimiento de las promesas de campaña de Obama en las áreas que le corresponden.

No se están esperando a la toma de posesión de Obama el 20 de enero. Y él, en cierto sentido, tampoco, pues ya anunció y prepara medidas como la reducción de impuestos a trabajadores de niveles bajos e intermedios.

Por cierto, en Inglaterra acordaron la reducción del IVA en 2 y medio puntos porcentuales. Pero aquí, como dijimos, suben constantemente los precios de la gasolina, el diesel, el gas y la electricidad, lo cual repercute en la elevación de los precios de casi todos los productos de consumo generalizado. Según cifras del Banco de México, esto llevó a que el índice de precios llegue al doble de lo oficialmente previsto, en la primera quincena de noviembre.

Obama también anuncia medidas para crear empleos, como obras en carreteras y escuelas, y subsidiando otras para la generación de energía con fuentes alternas y el mejoramiento del medio ambiente. Dentro de esto está también el cambio en los vehículos, haciéndolos más compatibles con un medio ambiente más limpio.

En los hechos, el gobierno federal de nuestro país se está esmerando en mostrar algo que hace unos años hubiera parecido difícil de creer: situarse a la derecha de los gobiernos de Estados Unidos y Europa occidental, al mismo tiempo. Esta administración, que de por sí carece de legitimidad, algo cambia el discurso, pero en los hechos sigue en el pasado.



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LA CRISIS ES DE A DE VERAS




Rolando Cordera Campos
La crisis es de a deveras

Según la OCDE, es probable que la economía no crezca el año que entra. Si esto ocurrirá o no, y si en vez de ello se cumplen las expectativas a que se aferra el inefable subsecretario de Hacienda, dependerá no sólo de lo que el Estado haga sino de cómo se muevan o se estanquen la producción y el consumo en Estados Unidos, a los que están amarradas la mayoría de nuestras exportaciones. Somos, como lo fuimos a finales del siglo XIX y el inicio del XX, una formación social refleja, más que dependiente, como no hemos dejado de ser a lo largo de nuestra breve historia.

Para los centenarios y bicentenarios tan mal tratados por el gobierno, será importante dilucidar sobre este aspecto de nuestra evolución política y económica, que la revolución neoliberal presumió dejar atrás pero que en realidad profundizó y volvió cultura dominante, como lo tenemos que constatar hoy a un costo alto. Así como la rumba es cultura, hay que asumir que la obsecuencia ante el ciclo internacional de que hicieron gala los neoliberales totonacas se impuso también como reflejo mental y actitud ante la vida, sus veleidades e inclemencias.

Frente a, a través de, y en la crisis actual, se va a poder calibrar cuánto de nuestro proverbial aguante y disposición para capear y aprovechar la adversidad nos ha quedado, una vez que el embate liberista vive sus momentos últimos, si es que este es, en efecto, el caso. Pero por lo pronto, los titubeos gubernamentales y la falta de flexibilidad del Congreso nos hablan de resortes institucionales oxidados, del mismo modo como el decaimiento productivo tan temprano nos señala el grado de encogimiento al que fue sometida la planta empresarial por años de predominio de la visión estabilizadora a ultranza en una coyuntura de profundas dislocaciones como las que siempre acompañan a los cambios estructurales. Como si se tratase de una fatalidad heredada de Moctezuma, los dirigentes del fin de siglo “recibieron” los cambios del mundo, pero poco o nada hicieron para acomodarlos y adaptarlos a nuestras estructuras y capacidades… y así nos fue.

Movilizar energías humanas, financieras, físicas e institucionales para evitar un colapso de la producción, el empleo y las empresas grandes y medianas es la orden del día, pero nada de eso se podrá hacer si en el Estado y las cúpulas del dinero reinan la tiricia y la flojera mental. Imponer un sentido de urgencia a los hábitos del corazón mexicano es indispensable si se quiere en verdad convertir la crisis en una oportunidad de cambio para mejorar. Más que buscar “desdramatizar” la situación, lo que debe buscarse es encauzar la incertidumbre y los temores de la gente, diciéndole lo que en verdad pasa y puede pasar, sin edulcorar la circunstancia para a la vez no caer en la estampida y el miedo. Todo esto es tarea de los dirigentes, de los que gobiernan y deliberan en los órganos colegiados representativos, así como de los que aspiran a sucederlos en medio del remolino.

En todo el mundo, en especial en sus regiones avanzadas, todo es preparativo para la acción y la defensa de las capacidades instaladas, en primer término las del trabajo, así como la protección de los más vulnerables y débiles. Nadie busca “bajar” la tensión ni ofuscar el entendimiento trazando rutas basadas en la ilusión de “que no es para tanto”. Así se pone en práctica el conocimiento acumulado y se pone a prueba la madurez social y política de sociedades y estados. Poco o nada de eso ocurre aquí, donde se especula con la opinión y la información públicas, se viste de luces por victorias virtuales sobre los malos, o se insiste en que hasta estas playas no llegarán las olas de la tormenta desatada en Wall Street que ahora inunda a la economía mundial.

Parece mentira y ojalá y así fuera, pero tener que discutir y argumentar sobre la realidad, la magnitud y la intensidad de la crisis en México, en la academia, algunos círculos de negocios y en el propio Estado, no es sino una muestra más de que el subdesarrollo que nos vino con la colonización de fin de milenio atacó las neuronas de las clases dominantes y dañó sus de por sí mermadas capacidades dirigentes. A ver cómo le hacemos.



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LA REFORMA DEL ESTADO Y LA CONSTITUCION




Arnaldo Córdova
La reforma del Estado y la Constitución

Hace unos días, Porfirio Muñoz Ledo dio un informe acerca del estado que guarda el debate político sobre la reforma del Estado. Aunque hay algunos avances que no son deleznables, deprime darse cuenta de que tras años de intentos por definir los grandes temas de esa reforma, una y otra vez, todos han acabado en miserables simulaciones que no han hecho otra cosa que escamotear los más sencillos acuerdos y escurrir el bulto a un debate a fondo. Lo que se ve, sin más, es que a nadie le interesa de verdad esa reforma y que todos gozan haciéndose tontos tratando de dar la impresión, en cambio, de que están muy atareados en la faena.

Lo que más a menudo se alega para relegar al infinito cualquier acuerdo es siempre el mismo: para hacer eso habría que reformar la Constitución y, al parecer, nadie quiere tocar la Constitución, aduciendo, además, verdaderas patrañas sin sentido como aquella de que sería una bronca convocar a un Constituyente. Se trata de una auténtica idiotez, porque todo buen jurista sabe que para reformar la Carta Magna no hace falta convocar ningún Constituyente. Se dice que hay “principios” que son intocables y se habla de la forma de gobierno, de las garantías individuales, de la forma republicana de Estado y otras cosas semejantes.

Yo quisiera que alguien, con la Constitución en la mano, me señalara en dónde nuestro máximo código político ordena que esos “principios” jamás se deben tocar. Los más eminentes de nuestros constitucionalistas siempre lo dijeron, pero jamás nos dieron una sola razón que apoyara sus opiniones. Rabasa, Tena Ramírez, Mario de la Cueva y todos los que les siguieron lo postularon sin tregua, con el mismo resultado: “No se deben cambiar”, ¿por qué?, pues quién sabe. Todos ellos estaban equivocados. Lo que estatuye el artículo 135 constitucional no está acompañado de prohibición o excepción alguna.

Dice dicho artículo: “La presente Constitución puede ser reformada o adicionada. Para que las adiciones o reformas lleguen a ser parte de la misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los individuos presentes, acuerde las reformas o adiciones, y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los Estados. El Congreso de la Unión o la Comisión Permanente, en su caso, harán el cómputo de los votos de las legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas las adiciones o reformas”. Por lo que puedo ver, no dice que haya artículo alguno que no pueda reformarse. Y, por lo demás, ningún artículo de la Carta Magna nos dice que no puede ser reformado.

Y, por si alguna duda quedara al respecto, tenemos el contenido del artículo eje de todo nuestro orden constitucional e institucional, el 39, que siempre recordaré y que a la letra dice: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho a alterar o modificar la forma de su gobierno”. Si es verdad que tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, ¿qué nos impide que llevemos a fondo todas las reformas del Estado que la nación necesite y que sean para su progreso y su beneficio?

¿De dónde sacan algunos, entonces, la peregrina idea de que hay instituciones, como la forma de Estado, que resultan intocables? No hay nada intocable en nuestra Carta Magna, nada, excepto el 39. Ese precepto fundador es, en sí, nuestra Constitución, y sin él, ni siquiera el 135 tendría sentido. La Constitución no es ningún obstáculo para que llevemos a cabo una reforma a fondo y hasta el final del Estado. Creo que es ella misma la que la está reclamando, por ejemplo cuando estatuye las facultades del Ejecutivo, que iban bien para la época en que el PRI era hegemónico, pero que ahora resultan obsoletas. La Constitución pierde su majestad y su prestigio cuando se vuelve obsoleta. ¿Por qué demonios quieren algunos que siga como una mortaja intocable que cada vez le sirve menos a la nación y a su pueblo?

No creo que haya misión tan imposible como convocar a un Constituyente. Los partidos deben entender que no tienen por qué meterse en el espantoso dilema de concertar acuerdos para dicha convocatoria, cuando muy bien y de mejor modo lo pueden hacer en corto, simplemente aplicando el procedimiento, sencillo como pocos otros, que prescribe el 135.

Aun así, sus voceros insisten en que el camino seguirá estando minado, porque será terriblemente difícil ponerse de acuerdo en qué es lo que debe reformarse. De acuerdo. Entonces, lo que nos están diciendo es que no quieren, en absoluto, una auténtica reforma del Estado. Pues, en esas condiciones, no habrá modo alguno de llevar a cabo la tarea. Los partidos no quieren la reforma del Estado. No podía estar más claro. Lo que me pregunto es por qué siguen jugando a la farsa de reformar el Estado, cuando no quieren hacerlo. Es inútil que aleguen que cada uno quiere algo diferente. Por supuesto que todo mundo quiere siempre algo diferente a los demás, pero es el caso que ni siquiera son capaces de decir qué es lo que quieren. No debería extrañarnos. En la lucha política moderna siempre se descubre que los más conservadores y miedosos son los partidos políticos.

Un viejo amigo mío me dijo que le oyó a Jean Paul Sartre decir varias veces: “Las putas más veleidosas y antojadizas que podemos encontrar en la vida son los partidos políticos”. Creo que todos podríamos coincidir en eso. Es precisamente en ello que radica entre nosotros la razón de las dificultades que parecen ser insuperables de una verdadera y auténtica reforma del Estado.

Todos la queremos y todos sabemos que nos es necesarísima e indispensable para seguir adelante en todos nuestros proyectos nacionales. Pero eso no es lo que piensan los partidos políticos y, menos aún, sus dirigentes y sus voceros, desde los parlamentos. Yo he platicado con muchos representantes de todos los partidos políticos y todos me hacen siempre argumentaciones tan especiosas y tan diluidas, que lo primero que pienso es que no quieren que nada se mueva, porque para ellos, todo lo que se mueve es peligroso y sospechoso. Mejor que todo siga como está, parece ser su convicción (perredistas incluidos).

En próximas entregas seguiré con el tema, pues hoy es obligado.



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domingo, 23 de noviembre de 2008

Somos una oposición real y no somos paleros, afirma Andrés Manuel López Obrador
México, Distrito Federal
Domingo 23 de noviembre de 2008






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* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la asamblea informativa realizada en la explanada de Bellas Artes

Amigas y amigos:

Representantes de todo el Movimiento:

Amigas y amigos que asisten de todo el país a esta asamblea popular:

Muchas gracias, como siempre, de todo corazón.

Amigas y amigos:

Hace tres días, el 20 de noviembre, se cumplieron dos años de la constitución del Gobierno Legítimo. Por eso hoy es preciso rendir un informe sobre lo realizado, compartir con ustedes algunas reflexiones y también avizorar el futuro de nuestro movimiento.

En primer término, es indispensable recordar que desde el inicio nos propusimos cumplir dos objetivos fundamentales: defender al pueblo y el patrimonio nacional y, al mismo tiempo, trabajar en la construcción de un movimiento para la transformación de la vida pública de México.

Este año pusimos el énfasis en la defensa del petróleo. Así lo han exigido las circunstancias. Como todos sabemos, el fraude electoral del 2006 lo llevaron a cabo quienes han venido imponiendo, desde hace 25 años, una política que les ha permitido apoderarse de los bienes del pueblo y de la nación.

Y como era obvio, después de robarnos la presidencia de la República, este grupo continuó con las supuestas reformas estructurales, que son la fachada para justificar el pillaje y seguir cometiendo sus fechorías.

No pasemos por alto que la agenda impuesta por los organismos financieros internacionales e impulsada en nuestro país por una minoría rapaz, no tiene nada que ver con las necesidades reales de nuestro pueblo y de la nación.

En ella, por ejemplo, no aparecen los dos principales problemas de México: la desigualdad y la corrupción.

Sin embargo, desde hace años, en esa agenda está el tema de la llamada reforma energética, con la cual se ha pretendido ocultar la privatización de la industria eléctrica y del petróleo.

Por eso sabíamos que, así como han adjudicado y rematado desde 1983, más de mil empresas públicas, entre ellas, Teléfonos de México, los ferrocarriles, las minas, los puertos, los aeropuertos, las líneas aéreas, los bancos y parte de la industria eléctrica; así también iban a proceder con la industria petrolera nacional.


De modo que con tiempo nos preparamos para impedir la entrega del petróleo. Gracias a nuestro movimiento y al apoyo de muchos ciudadanos, de técnicos, expertos e intelectuales, se pudo frenar la privatización de la refinación, el transporte, los ductos y el almacenamiento de petrolíferos, como pretendía Calderón y las cúpulas del PRI.

Pero como todos sabemos esto aún no termina, continúa el acecho. Es mucha la ambición que provoca este recurso natural estratégico. Sobre todo, debemos estar atentos porque quieren otorgar concesiones a empresas petroleras extranjeras, para explorar y explotar nuestro petróleo en áreas o bloques exclusivos del territorio nacional.

Por eso no quisieron prohibir, expresamente, en la ley del petróleo ese tipo de contratos, y pretenden autorizarlos en el reglamento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.

Por ésta y por otras razones, estamos obligados a darle continuidad a la lucha en defensa del petróleo y de nuestra soberanía nacional. Pero como aquí se ha dicho y todos sabemos dada la gravedad de la crisis económica, también hemos decidido volcar toda la fuerza de nuestro movimiento para proteger a nuestro pueblo, y evitar un mayor empobrecimiento, más descomposición social, más inseguridad y mas violencia.

Tengamos claro que nuestros adversarios son los principales responsables de la debacle económica del país.

Aunque traten de justificarse repitiendo, una y mil veces, en los medios de comunicación, que todo se debe a factores externos, hay pruebas irrefutables de que nunca han querido llevar a cabo ningún cambio, porque el modelo que han impuesto les garantiza mantener y acrecentar sus privilegios.

Es cierto que afecta a casi todo el mundo la crisis y la recesión de Estados Unidos, pero impactará con mayor severidad en nuestro país, porque tenemos una economía muy debilitada y un pueblo sin protección social. Baste decir que el año pasado, el crecimiento económico de México apenas fue mayor que el de Haití. Y este año, antes del derrumbe financiero mundial, ya ocupábamos el último lugar entre todos los países en el continente americano.

Calderón y los tecnócratas, en vez de llevar a cabo los cambios que requiere nuestro país, y que nosotros propusimos desde la campaña electoral, se empeñaron en mantener la misma política económica, con el añadido de la ineptitud y la negligencia.

En dos años no han sido capaces de impulsar la industria de la construcción para reactivar la economía y generar empleos.

No han hecho una sola obra importante en ninguna parte del país. Calderón no ha pegado un solo ladrillo. No ha fortalecido la actividad productiva. No ha rescatado al campo del abandono. No ha utilizado al sector energético como palanca del desarrollo nacional.

A duras penas anunció que iba a construir una refinería, pero no tiene proyecto ejecutivo, ni capacidad operativa, y es tanta su ineficacia, que sería un milagro que la terminara en este sexenio. Y tampoco ha hecho nada en materia educativa, en salud, ni en la construcción de vivienda para la gente humilde.

Dado el cinismo que lo caracteriza, ya ni caso tiene preguntarle ¿dónde quedó el compromiso de que iba a ser “el presidente del empleo” o su promesa de bajar los precios de la gasolina, el gas y la luz, o su declaración retadora de que nos iba a rebasar por la izquierda?

Entonces, realmente ¿qué ha hecho Calderón en dos años? No, no estoy de acuerdo con ustedes, porque dicen que no ha hecho nada, sí ha hecho: ha aumentado los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica; ha mantenido los privilegios fiscales para los grandes contribuyentes; creó el Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU) que golpea a pequeñas y medianas empresas y limita la generación de empleos. Continuó con el criterio de comprar lo que consumimos en el extranjero y se ha negado a impulsar la autosuficiencia alimentaria.

Ha protegido a los monopolios que cobran precios exagerados por bienes y servicios, afectando a consumidores y a empresas. Y en vez de llevar a cabo un plan de austeridad para liberar fondos al desarrollo, en dos años, el gobierno usurpador ha incrementado el gasto corriente en 400 mil millones de pesos, utilizando para ello todos los excedentes petroleros.

En fin, ha perdido el tiempo, dejó pasar la oportunidad de precios altos del petróleo que difícilmente se volverá a presentar; el peso se ha devaluado cerca del 40 por ciento; y por si fuese poco, todos los pronósticos señalan que todavía viene lo peor y que no habrá crecimiento ni recuperación económica en por lo menos dos años.

Ante este negro panorama, nuestro movimiento, todos nosotros mujeres y hombres, no puede tener tarea más importante, que la de presionar al gobierno usurpador para obligarlo a cambiar su política y a utilizar todos los instrumentos del Estado para proteger al pueblo ante el desastre económico y de bienestar social.

No podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando el gobierno usurpador sólo protegerá ante la crisis, como ya lo está haciendo, a los financieros y a los grandes empresarios.

Los miembros de la llamada clase política son tan cretinos, que acaban de aprobar en el Congreso el presupuesto para el año próximo, y no tuvieron siquiera la sensibilidad para reducir o eliminar las partidas destinadas a mantener los privilegios de los altos funcionarios públicos y orientar esos ahorros al desarrollo económico y social del país.

El presidente usurpador, los miembros de su gabinete, los ministros de la Corte, los diputados y senadores, van a seguir recibiendo sueldos elevadísimos de hasta 600 mil pesos mensuales.

Continuarán atendiéndose en clínicas privadas, aunque esto le cuesta al pueblo 5 mil millones de pesos al año; los altos funcionarios mantendrán su fondo de ahorro especial, que representa otros 6 mil millones de pesos anuales; seguirán otorgándose bonos discrecionales de fin de año, todo esto para la alta burocracia, por más de 11 mil millones de pesos; y continuarán las pensiones millonarias a los ex presidentes de México.

Y todavía así se atreven a rendirle homenaje a Juárez, quien decía que el funcionario público tenía que aprender a vivir en la justa medianía. Son unos reverendos farsantes.

Por eso, amigas y amigos, no podemos eludir nuestra responsabilidad. A nosotros nos toca en estos momentos aciagos, seguir actuando en defensa de la economía popular, del petróleo y de la soberanía nacional.

Con este propósito el día de hoy iniciamos una nueva etapa de nuestro movimiento. Ya la senadora Rosario Ibarra, en nombre la Coordinación Nacional, dio a conocer el plan general.

En esencia, tenemos que defender en estos tiempos de crisis, el empleo, el salario y el derecho del pueblo a la alimentación; vamos a buscar apoyos para los productores del campo; exigiremos que baje el precio del fertilizante, de las gasolinas, del diesel, del gas, de la luz y de los artículos y servicios de primera necesidad.

Demandaremos ayuda directa para adultos mayores, madres solteras, personas con discapacidad, becas para estudiantes de escuelas públicas, atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuentan con seguridad social.

En fin, orientaremos nuestras acciones a proteger a los pobres y a la clase media.

Les informo que con este propósito, desde el pasado 30 de octubre, se amplió la dirección de nuestro movimiento. Se crearon nuevas comisiones de trabajo.

Voy a dar conocer, aunque me lleve tiempo, cómo se integró este equipo que es el que va a conducir para adelante todo nuestro movimiento.

En la Coordinación Nacional participan:

Armando Bartra, Luis Javier Garrido, Berta Maldonado, Jesusa Rodríguez, Layda Sansores, Claudia Sheinbaum, Rosalinda López, Rosario Ibarra, Ifigenia Martínez, Alfredo Jalife, Yeidckol Polevnsky, Jorge Arvizu, Ricardo Cantú, Pedro Jiménez León
José Antonio Almazán, Manuel Otero y
Alejandro Encinas (a quien le tenemos respeto y admiración)

La Comisión para la Defensa de la Constitución y la Legalidad está integrada por:
Ricardo Monreal Ávila, Arnaldo Córdova, Jaime Cárdenas, Silvano Garay Ulloa, Jesús González Schmall, Loretta Ortiz Alfh, Julio Scherer Ibarra

En la Comisión de Defensa de la Economía Popular están:
Mario Di Costanzo Armenta, Asa Christina Laurel, Víctor Suárez, Alberto Anaya, Juan Abad de Jesús, Raymundo Cárdenas, Humberto Zazueta, Dante Delgado

En la Comisión para la Ayuda Mutua en apoyo a la economía popular, participan:
Elena Poniatowska, Laura Esquivel, Eduardo Cervantes, Laura Itzel Castillo, Cristina Barros, Carlos Pellicer López

La Comisión de Vigilancia del Consejo de Administración de Pemex está formada por:
Bertha Luján Uranga, Roselia Barajas, José Eduardo Beltrán, John Ackerman, Francisco Garaicochea, Carlos Payán Velver, Antonio Gershenson, Javier Jiménez Espriú

En la Comisión de Combate a la Corrupción en Pemex están:
Octavio Romero Oropeza, Rocío Nahle, Eréndira Sandoval, Cuauhtémoc Velasco, Agustín Díaz Lastra

En la Comisión de Asuntos Internacionales colaboran:

Jorge Eduardo Navarrete, Héctor Vasconcelos, Víctor Flores Olea, Javier Wimer, Susana de Iruegas, José Jacques y Medina, Cuauhtémoc Sandoval, Alejandro Chanona

La Comisión de Estudios y Actualización del Proyecto Alternativo de Nación está integrada por:
Ignacio Marván Laborde, Luciano Concheiro, Rogelio Ramírez de la O, Héctor Díaz Polanco, José Ma. Pérez Gay, Víctor Manuel Toledo, Bolívar Echeverría

En la Comisión de Difusión trabajan:
Rafael Barajas, Luis Mandoki, Laura Esquivel, Carlos Salces, Pedro Miguel, Herón Escobar, Blanca Salces

En la Comisión de Seguimiento y Acciones Inmediatas participan:
Claudia Lilia Cruz, Karen Quiroga, Valentina Batres, Alfonso Suárez del Real, Aleida Alavés, Mercedes Maciel, Pedro Landeros, Antonio Villegas

Y la Coordinación Nacional de las Brigadas está a cargo de:
Ricardo Ruiz, Alejandra Barrales, David Cervantes, Martha Pérez Bejarano, Salomón Jara, Fabiola Alanís

El día de hoy, la Comisión de Difusión está entregando o lo va a hacer un video sobre la reforma energética, ¿ya lo tienen? Todavía de está entregando, les pedimos que nos ayuden a difundirlo mediante la creación de círculos de información y análisis en sus pueblos, barrios, colonias, centros de trabajo y de estudio.

Aquí quiero aprovechar para agradecer a quienes participan de manera voluntaria en la elaboración, impresión y empaquetado de todo este material y, desde luego, mi agradecimiento a ustedes, por lo que han hecho y por lo que van a hacer, ya por anticipado.

Amigas y amigos:

También les propongo que llevemos a cabo dos acciones inmediatas. La primera es que nos manifestemos el día primero de diciembre, a las cinco de la tarde, frente a las oficinas de Hacienda, en la Alameda, en la Avenida Hidalgo, para exigir que bajen los precios de las gasolinas, el diesel, el gas, la electricidad y los artículos de primera necesidad.

Todos estamos conscientes que no se trata nada más de la elaboración y de presentarnos o de entregar un escrito, porque así no se avanza mucho. Hay que manifestarnos, sólo con la participación del pueblo se pueden lograr los cambios.

Por eso nuestra organización se conoce como movimiento, no es un aparato, inmóvil, burocrático, es un movimiento.

Por eso les propongo que el lunes, de mañana en ocho días, a las cinco de la tarde, para exigir que baje el precio de la gasolina.

Lo que está pasando en cuanto a la gasolina y otros energéticos, como el gas, la energía eléctrica y los artículos de primera necesidad, pero el caso de la gasolina resulta totalmente injustificado que cueste tanto en nuestro país.

Ya está costando más la gasolina en México que en Estados Unidos y nada más tomemos en cuenta que el salario mínimo en México es 10 veces menor que el salario mínimo en Estados Unidos.

Por eso, no podemos quedarnos con los brazos cruzados y vamos a demandar que baje el precio de la gasolina. Eso está en el plan de defensa de la economía popular.

Está demostrado que cuando sube el precio de la gasolina y el diesel, suben todos los precios. Es lo que más inflación genera, lo que más carestía produce, lo que más daña a la economía popular.

Por eso nos vamos a reunir el lunes primero de diciembre, vamos a visitar al secretario de Hacienda del gobierno usurpador.

La segunda actividad que les propongo, es que volvamos a manifestarnos, el martes 9 de diciembre, a las 5 de la tarde, frente a Televisa para demandar una respuesta al escrito que se les entregó, solicitando que se garantice el derecho a la información.

Repito, para que todos ya estemos enterados, porque ante el bloque informativo, tenemos que aprovechar ahora que estamos congregados, reunidos, el día 1 de diciembre, a las cinco de tarde, aquí en la Alameda para manifestarnos, con el propósito de que bajen los precios de las gasolinas y de otros energéticos y los artículos de primera necesidad.

Y, el martes 9 de diciembre, a las cinco de la tarde, frente a Televisa. ¿Estamos de acuerdo?

Asimismo, pongo a consideración de ustedes que hagamos el compromiso de volver a reunirnos, en asamblea nacional, el día 25 de enero del próximo año a las diez de la mañana, en el Zócalo de la ciudad de México, para evaluar los avances de nuestras acciones en defensa de la economía popular, presentar un programa alternativo para enfrentar la crisis y tomar las decisiones que correspondan.

Entonces, dos acciones inmediatas y el día 25 de enero, que es un domingo, a las 10 de la mañana, en el Zócalo de la Ciudad de México. ¿Estamos de acuerdo?

Amigas y amigos:

Creo que todos sabemos de la importancia que tiene nuestro movimiento, el de todos, esto que hemos construido entre todos, la importancia que tiene el movimiento en momentos cruciales de la historia de México.

Estoy convencido de que sólo despertando conciencias, con organización y con la participación activa del pueblo, podremos transformar la vida pública de México.

No hay otro camino. Tenemos que empujar por la transformación del país de abajo hacia arriba y esto exige el trabajar para despertar la conciencia del pueblo y organizar y mantener este movimiento.

No estemos esperando que las cosas cambien de arriba para abajo. No esperemos que modifiquen su actitud los que se creen amos y señores de México. Está suficientemente demostrado, que a ellos no les importa el destino del país ni el sufrimiento de nuestro pueblo. Recordemos, tengamos presente que sólo el pueblo puede salvar al pueblo, que sólo el pueblo puede salvar a la nación.

Eso sí, es importante, como parte del trabajo de concientización, de educación, de cómo tenemos que ir aprendiendo todos, es importante tener claro quiénes son los que verdaderamente mandan y deciden en el país, y cómo operan.

Eso sí lo tenemos que tener claro, porque de lo contrario no sabemos a qué nos estamos enfrentando. Yo tengo una opinión sobre este asunto que quiero compartir con ustedes. Desde mi punto de vista, el poder en México, el tejemaneje de la política, el poder está concentrado en unas cuantas manos.

Hay un grupo de alrededor de 30 barones del dinero y de la política, que son los que realmente mandan, deciden, que son los que dominan. Por eso a veces pienso que estamos peor que en el porfiriato, porque entonces eran 300 familias las que dominaban.

Los potentados de ahora, ni siquiera dan la cara, no se les conoce. Imponen su voluntad utilizando a dos partidos, a un pelele y a la televisión. Tres cosas son los instrumentos que tienen para ejercer el poder: Dos partidos, un pelele y la televisión.

Lo explico mejor: Es un hecho que este puñado de personas ya compraron las franquicias del PRI y del PAN y usan a estos partidos de acuerdo a su conveniencia. También cuentan con un títere, al que impusieron en la Presidencia de la República. Ese es el que los representa y da la cara.

Y lo que mejor les funciona, es que son dueños de los medios de comunicación, no de todos, pero sí de los más influyentes de México, en particular controlan la televisión y en especial Televisa, que utilizan no sólo para manipular, lo más dañino es que utilizan la televisión para administrar la ignorancia, porque ellos son los que deciden qué informan y qué no informan, muchas cosas las desconoce nuestro pueblo, no porque no quieran saber, sino porque existe ese control absoluto de la información.

Pero, a pesar de cómo operan, no son eternos, ni invencibles. ¿Estamos de acuerdo con eso?

¿De dónde dimana el poder, el verdadero? Del pueblo. Los caciques duran hasta que el pueblo quiere. La historia nos enseña que ninguna dictadura, por sutil o desalmada que sea, puede perdurar cuando despierta y se expresa de manera organizada la conciencia del pueblo.

¿Estamos de acuerdo en ello?

Nosotros, todos, somos un ejemplo de ello. De cómo este grupo, a pesar de todo su dinero y de todo su poder, no ha podido destruir nuestro movimiento. Y vaya que lo han intentado; y sin duda, lo seguirán haciendo.

Pero hemos resistido y seguiremos resistiendo. Por eso están histéricos. Es cosa de ver los periódicos, no todos, hay honrosas excepciones, escuchar la radio y ver la televisión.

Nos calumnian en la mayoría de los medios de comunicación, un día sí y el otro también. Los menos vulgares se la pasan diciendo que ya no representamos nada, que cada vez tenemos menos capacidad de convocatoria, pero eso sí, no dejan de ocuparse de nosotros. Si fuese cierto lo que repiten una y otra vez, entonces por qué nos quieren cercar, por qué nos quieren silenciar y por qué nos atacan tanto. Por algo será.

Por eso también es indispensable que nosotros tengamos claro lo que realmente representamos, porque hay veces que, por el ruido en los medios de comunicación, por el bombardeo en los medios de comunicación, llegan a veces a destantear a algunos, otros se apabullan. No, tenemos que tener muy claro qué es lo que nosotros representamos, para que no haya duda ni titubeo y saber dónde radica nuestra fuerza.

En primer lugar, debe tenerse en cuenta que somos millones de ciudadanos a nivel nacional, esto tiene que quedar muy claro, y que no sólo –y esto es lo más importante— es la cantidad sino, fundamentalmente, que se trata de las mujeres y de los hombres más conscientes y comprometidos del país en la lucha por la dignidad, la justicia y la auténtica democracia.

Eso no es poca cosa, amigas y amigos.

También nos ayuda mucho el que tengamos autoridad moral, sobre todo en esta época de decadencia, cuando nuestros adversarios han optado por actuar sin ideales ni principios, sin escrúpulos morales de ninguna índole, y se han entregado por entero a la mentira y a la corrupción.

No se puede avanzar sin autoridad moral y esto se tiene en mucha cantidad en este movimiento. Esta cosa es importante. Otro activo de nuestro movimiento.

De igual forma, es una ventaja el que representemos una oposición real, que no actuemos como paleros, que seamos distintos y tengamos un proyecto diferente de nación.

Que, sin titubeos ni vacilaciones, estemos anclados en la izquierda, en el compromiso, para que se entienda qué es la izquierda, el compromiso de luchar con firmeza por la igualdad y la justicia.

Por eso, amigas y amigos, no nos dejemos apantallar con las campañas de desprestigio. Que no nos aturda el ruido mediático. Levantemos la mira, tenemos la enorme responsabilidad de transformar la vida pública del país.

Y entre todos hemos logrado levantar este movimiento, el más importante, que se oiga bien y que se oiga lejos, en la historia reciente del país.

A ver les pregunto:

¿Qué partido, qué organización política, agrupa a tantas mujeres y hombres concientes y comprometidos como los que forman parte de este movimiento?

¿Qué partido tiene la capacidad de movilización que tiene este movimiento?

¿Qué partido tiene la creatividad y el talento de quienes participan o simpatizan con nuestro movimiento?

Contamos con la simpatía de las mujeres y de los hombres más lúcidos del país, de los mejores escritores y de los mejores intelectuales.

Y lo más importante: ¿Qué partido representa la esperanza y la posibilidad de un cambio en beneficio del 90 por ciento de los mexicanos que ganan menos de 9 mil pesos al mes, como lo propone y busca nuestro movimiento?

Amigas y amigos:

Seamos capaces de actuar con paciencia, con serenidad, sin límites. Es tan importante esta lucha que se requiere humildad, mística, trabajo cotidiano, perseverancia, mucha labor de convencimiento y una inquebrantable fe en las causas que defendemos.

Además, no olvidemos que no sólo buscamos un cambio en lo económico, lo político y lo social, sino que aspiramos a crear una nueva corriente de pensamiento, que reconozca y exalte la cultura y la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo.

Un nueva corriente de pensamiento para impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, los valores morales y el amor al prójimo.

Eso es lo más profundo de esta nueva corriente de pensamiento, no sólo ir en pos de lo material, sino de una transformación verdadera, que tiene que ver con una revolución de las conciencias.

Amigas y amigos:

Nuestro movimiento nunca dejará solos a quienes luchan por la libertad y la justicia, y enfrentan y padecen el autoritarismo de la oligarquía y del régimen.

Desde aquí refrendamos nuestro apoyo a los defensores de los recursos naturales y de los derechos humanos.

Exigimos la libertad de los presos políticos del país. No más saña contra los dirigentes encarcelados de Atenco.

No más agresiones al sector magisterial por defender sus derechos ante la reforma a la Ley del ISSSTE y por la llamada Alianza Educativa.

Nuestra solidaridad con los trabajadores y técnicos de Pemex, que fueron despedidos, en represalia por organizarse y defender sus derechos.

De manera especial, amigas y amigos, desde aquí, expreso mi más enérgica protesta por la agresión permanente que enfrenta el periódico Por Esto! de Yucatán, que está siendo acosado injustamente por la Secretaría de Hacienda del gobierno usurpador, mediante la aplicación de constantes auditorías y todo, porque en ese diario se le llama a Calderón usurpador, lo que realmente es, un usurpador; y por ser este periódico uno de los pocos medios de comunicación que informa sobre nuestro movimiento.

Dondequiera que estemos, vamos a estar pendientes de lo que suceda en Yucatán, si es necesario vamos a ir a defender ese medio de comunicación.

Amigas y amigos:

Sigamos trabajando. Seguros de nosotros mismos, sin titubear, que no haya duda, estemos seguros nosotros mismos.

Seguros de que hemos elegido el más humano y el más acertado de los caminos. Seguros de que la razón siempre triunfa. Seguros de la victoria.
¡Viva el movimiento en defensa del pueblo, del petróleo y de la soberanía nacional!
¡Viva la resistencia civil pacífica!
¡Viva la dignidad!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!

martes, 18 de noviembre de 2008

VIOLENCIA Y MANIFESTACIONES POPULARES




Carlos Montemayor
Violencia y manifestaciones populares

Dijimos anteriormente que los grupos de choque se han empleado también contra manifestaciones populares que no eran originalmente de grave inconformidad social, pero que tras la actuación de los grupos policiales o militares deciden resistir o enfrentar a la fuerza pública. La reacción de confrontación no es, por supuesto, constante; tampoco puede afirmarse que sus consecuencias sociales se prolonguen o se acrecienten a corto o a largo plazos. A ello quizás se debe que estos operativos se apliquen con frecuencia, a pesar de que son susceptibles de producir graves reacciones sociales.

En caso de que las fuerzas de choque vuelvan a acosar marchas o concentraciones de los mismos grupos agraviados al inicio, la respuesta social puede ser más prolongada y de consecuencias más graves. En este sentido, a los cálculos y planeación de tales operativos falta agregar las posibles consecuencias no políticas ni sociales inmediatas, sino las de mediano y largo plazos.

La respuesta social prolongada o acumulada puede asumir diversos grados. En 1967, la represión a la manifestación pacífica de los padres de familia de la escuela primaria Juan Álvarez produjo la guerrilla de Lucio Cabañas. Ese mismo año, la respuesta a la masacre de copreros en Acapulco ocurrió a través de los cuadros de la guerrilla de Genaro Vásquez Rojas. La respuesta a la masacre de Aguas Blancas, en 1995, se demoró un año: fue la aparición de la guerrilla del EPR. En el caso de Acteal, en 1997, no hubo una reacción de las víctimas, sino un recrudecimiento de las acciones de grupos paramilitares en otras regiones de Chiapas y un clamor de la opinión pública nacional e internacional. En el caso de San Salvador Atenco, las autoridades consideraban que el conflicto de 2003 había desaparecido o que se había reducido a una dimensión controlable, aunque quizás minimizaba en exceso su protesta permanente y su simbolismo latente en conflictos futuros. Una mayor latencia sigue teniendo, años después, el conflicto social de Oaxaca de 2006.

El Estado atribuye, por otro lado, diversos grados de “éxito” a las intervenciones de los comandos de choque. Sofocar y masacrar pueden ser mecanismos recurrentes para eliminar o frenar manifestaciones populares pacíficas y de inconformidad social. Las aprehensiones multitudinarias pueden considerar sus niveles de éxito tanto en la desaparición física de inconformes como en la suspensión legal, pero arbitraria, de los derechos civiles de los arrestados. Esto implica, por supuesto, como hemos señalado, la coordinación de varias instancias policiales y militares, mandos políticos, agentes de Ministerio Público, jueces, autoridades carcelarias, servicios médicos, control de información o complicidad de medios. Tales intentos de control de marchas y concentraciones sindicales, campesinas o estudiantiles incluyen y concluyen con aprehensiones multitudinarias y condenas expeditas y selectivas.

Ahora bien, es difícil, al menos en el manejo pragmático de concentraciones populares de inconformidad social en México, marcar una frontera clara entre la contención social y el inicio de la represión o la masacre. El riesgo de fundir esas fronteras ha sido recurrente entre nosotros. Gran parte de las manifestaciones populares comienzan con marchas que ocupan calles enteras en largos o breves trayectos hasta llegar al punto de concentración final. La contención policial o militar en estos casos opera en la vigilancia y acotamiento de la marcha y en el resguardo del perímetro de la concentración última. En ocasiones, la concentración no se halla precedida por ninguna marcha y las barreras de contención se extienden por un perímetro más amplio, a fin de tener bajo control las posibles vías de salida o desahogo de la concentración popular.

En términos también técnicos, pareciera más fácil la contención de concentraciones pacíficas no precedidas por marchas, puesto que hay la posibilidad de un seguimiento puntual de los arribos de contingentes a la concentración y de su desahogo posterior por rutas previstas y controladas de antemano. Pero en ocasiones la contención policial se propone precisamente evitar la concentración, y para ello, en términos técnicos, de nuevo, pareciera más fácil frenar las columnas en marcha que controlar su agrupamiento final. En estos casos volvemos al mecanismo reiterado de la violencia: la vigilancia de marchas o de concentraciones no opera de la misma manera que la contención de una marcha para impedir una concentración o que la acción más compleja de dispersar la concentración misma. En estos últimos operativos, la masacre surge de manera recurrente.

No es imposible distinguir los operativos llamados de disuasión de los de dispersión directa. Tampoco, distinguir los operativos previstos de antemano con los operativos emergentes. Igualmente, haya o no una reacción espontánea o inducida de confrontación con la fuerza pública de las columnas en marcha o de los participantes en una concentración, técnicamente parece natural el deslizamiento de los operativos de disuasión o contención a los de represión y masacre. El inicio y el final del movimiento estudiantil de 1968 puede entenderse por estos mecanismos. En la riña inicial de estudiantes de dos vocacionales y una preparatoria, fue la represión policiaca desmedida el origen de la resistencia estudiantil y de la unificación de estudiantes del Politécnico y de la Universidad. El mismo desplazamiento de acciones agravadas ya ocurrió el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco con los operativos “previstos” de contención y disuasión convertidos en o alterados por la masacre.



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lunes, 17 de noviembre de 2008

TAL Y COMO CONEJOS VIEJOS





Mario Di Costanzo Armenta
Tal y como conejos viejos

Durante la madrugada del pasado jueves se aprobó en la Cámara de Diputados, con más de 400 votos a favor, el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2009.

Para ello, entre el domingo y el lunes previos al “jueves de gloria” los diputados de todos los partidos políticos hicieron largas colas en la oficina del príncipe Carstens y condicionaron la entrega de su voto en favor del progreso y la modernidad a las “migajas” que este don Juan les pudiera otorgar, en un acto de patriotismo y compromiso con la nación.

Estas “migajas” permiten que los diputados que le dan el sí al príncipe puedan regresar a sus distritos celebrando que han conseguido para sus comunidades una carretera, alguna pequeña obra pública o bien algún programa social que les facilitará, en los próximos comicios electorales, alcanzar una alcaldía, una diputación local o cualquier otro puesto que les permita, paradójicamente, seguir viviendo del presupuesto público.

Sin embargo, ya sea porque eran de noche estas reuniones o bien porque se “daban” en lo oscurito, o simplemente porque ya no le “querían mover al asunto”, los señores legisladores aprobaron un gasto de cuando menos 130 mil millones de pesos para otorgar un supuesto subsidio a la gasolina, que ya no existe, y que le permitirá a don Agustín Carstens contar con 130 mil millones de pesos que podrá gastar como le venga en gana.

Y señalo lo anterior porque, de acuerdo con información de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA), durante noviembre del presente año los precios de la gasolina Magna registrados en México superaron a los observados para la gasolina “regular” en el estado de Texas y fueron prácticamente iguales al precio promedio de este energético en el resto de Estados Unidos.

Lo anterior obedece a la combinación de dos factores. El primero, el incremento de 7.85 por ciento acumulado en lo que va del año para la gasolina Magna. El segundo, la disminución del precio de la gasolina “regular” durante las últimas semanas en Estados Unidos como consecuencia de la disminución en el precio internacional del petróleo. De esta manera, mientras que en nuestro país el precio de la gasolina Magna pasó de 7.03 pesos por litro en el mes de enero del presente año a 7.56 pesos por litro para el mes de noviembre, en Estados Unidos el precio de la gasolina “regular” que se expende en Texas pasó del equivalente a 8.47 pesos por litro en enero de este año a 7.01 pesos por litro para lo que va de noviembre.

Lo anterior cobra relevancia ya que, de acuerdo a don Agustín Carstens, los incrementos observados en los precios de las gasolinas al menos durante lo que va del año han tenido como objetivo “reducir el subsidio” a este energético que se vio incrementado por los altos precios del petróleo en los mercados internacionales.

Sin embargo, de mantenerse el comportamiento del mercado mundial de petróleo, es decir, de mantenerse los precios del crudo entre 40 y 50 dólares por barril y por consiguiente esto se refleje en los precios internacionales de la gasolina, es claro que el famoso subsidio desaparecerá, dejando un excedente para las finanzas públicas de 130 mil millones de pesos, que no fue reasignado en el Presupuesto para 2009.

Cabe señalar que ésta es tan sólo una de las razones que llevaron a 44 diputados a votar en contra del Presupuesto, argumentando que esos 130 mil millones de pesos que estaban “sobrando” cuando menos debían utilizarse para apoyar las propuestas realizadas por Andrés Manuel López Obrador y que tenían como objetivo fortalecer proyectos muy específicos en materia de producción agrícola, empleo, desarrollo de infraestructura, así como de apoyo social y de protección al salario y a los ahorros de los trabajadores.

Desde luego, no debe soslayarse la importancia de lo anterior, ya que esos 130 mil millones de pesos representan casi el doble del total que se reasignó como resultado de la “exitosa negociación del Presupuesto 2009”.

Con estos recursos pudo haberse apoyado el congelamiento de los precios de la canasta básica; los ahorros perdidos de los trabajadores en las Afore; la construcción de carreteras en más de 100 cabeceras municipales que hoy se encuentran prácticamente incomunicadas; el desarrollo de servicios públicos para municipios pobres y colonias marginadas de las ciudades; los subsidios a los fertilizantes… En fin, una serie de proyectos que no sólo beneficiarían a la gente, sino que contribuirían al crecimiento económico y al empleo.

Por ello, sin temor a equivocarnos, podemos concluir que durante la discusión y aprobación del Presupuesto para 2009, al menos 400 diputados cuidaron y se conformaron con los centavos y se olvidaron y descuidaron los pesos.

Por ello digo que actuaron como conejos viejos: misteriosos por las reuniones en lo oscurito, y dejos, por lo que dejaron escapar.

Sin embargo, dicen que la vida siempre da una segunda oportunidad. Luego entonces, los señores legisladores deberían de exigir que, en virtud de que ya se aprobó tanto en la Ley de Ingresos como en el Presupuesto de Gasto un “subsidio” que no va a ser necesario, pues entonces este “subsidio” debe ser utilizado para bajar el precio de las gasolinas y el diesel, cuando menos al nivel que estos combustibles registraron durante el pasado mes de junio, para que dicho precio se mantenga vigente a lo largo del próximo año.



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CARLOS FUENTES Y LOS NUEVOS TIEMPOS MEXICANOS





Rolando Cordera Campos
Carlos Fuentes y los nuevos tiempos mexicanos

Con Carlos Fuentes mi generación (y varias más) pudo identificar lo que de aquellas costumbres le molestaba más: las buenas conciencias. El joven Ceballos condensó la angustia parroquial provinciana, pero también el retrato hablado de lo que empezaba a imponerse: la cultura de la movilidad individual al costo que fuere, una vez que la Revolución pensaba en bajarse del caballo como años después de la aparición del libro lo postulara el general y licenciado Alfonso Corona del Rosal.

Con La región más transparente, en el despegue de la nueva moral urbana de Uruchurtu que anunciaba la vuelta de las buenas conciencias a escala macro, como lo pedía el desarrollo estabilizador en pujante ascenso, conocimos la ciudad que se perdía y aprendimos a decir, con furia o decepción, según fuera el caso, ¡qué le vamos hacer… si aquí nos tocó!

Ixca Cienfuegos y la vieja Teodula hacen el alto contraste con una urbe que se urbaniza a través de una desigualdad que invoca a todas las capas geológicas de la historia y la cultura mexicanas, mientras el banquero Robles o el neoarribista Rodrigo Pola se vuelven espejos negros de una evolución política marcada por el abuso del poder, el enriquecimiento impune, el cinismo sucedáneo de una moral pública que luego describiría, sin tapujos, el cacique Gonzalo N. Santos: “la moral es un árbol que da moras”.

Entran Artemio Cruz y la biografía y la tomografía del poder posrevolucionario que hace del capitalismo salvaje rito e hito, mientras se pretende que el progreso se mida en millonarios que sufren del recuerdo de excesos y traiciones. A pesar de Laura Díaz, es Artemio el que canta los responsos de una revolución que fue pero pudo ser más.

Con sus Tiempos mexicanos, Fuentes da cátedra de ensayo político de gran aliento y se vuelve referencia obligada de una combinatoria infrecuente en nuestra República de las Letras: cultura y literatura pueden alimentar y alimentarse de la crítica y la acción políticas, como lo ilustraron pioneramente nuestro autor y sus compañeros de aventura en El Espectador.

Con apenas 80 años a cuestas, Fuentes da una vuelta de tuerca a su ciudad mítica y surrealista, pero el mito no encarna más en Ixca. Lo que hoy encara es una macrocefálica y permanente (de)construcción social “donde la calle daba cuenta de las cada vez mayores diferencias de clase…(donde) el contraste mexicano, lejos de atenuarse, aumentaba como si el progreso del país fuese una opiácea ilusión, contada en número de habitantes pero no en suma de bienestares” (La voluntad y la fortuna).

Del derecho a la ciudad como fruto civilizatorio, intuido e insinuado en La región..., a pesar de su inventario de fatuidades modernizantes, al círculo hipnótico de una violencia y un desplome del desarrollo que buscan imponernos dejar atrás toda esperanza. Del regodeo con el nuevo poder a la ilusión del mismo, pero siempre basado en la mistificación forzada de la realidad y el recurso al más majadero de sus símbolos: la ceremonia armada; el abuso de la concentración del privilegio. Fuentes a la carta en sus 80, como sigue y seguirá.

Los signos que nos cruzan en estos días no ofrecen respiro alguno: una economía en picada y una desprotección social como inundación implacable: desempleo abierto en ascenso, salarios estancados o a la baja, quiebras y deserciones financieras, entronización criminal que avasalla cualquier pretensión de espacio y discurso públicos. Una moral pública empantanada, escribe Rafael Segovia, que se ve envilecida por la arrogancia y la simulación múltiple de quienes no entienden de otras conjugaciones que las que manda el poder, aunque éste haya dejado de ser el centro que sostiene lo demás, como mandaba el poeta. De la confusión impuesta para hacerse de la Presidencia, a la imposición del rumbo sin tapujos ni ambages, es decir, sin rumbo.

No hay más y el país sólo se pregunta ya por lo que vendrá y no por si puede sortearse. Fiesta de fatalidades y banalidades. De homilías vacuas y sacrificio de las palabras y la comunicación política.

Pero no era, ni es, para tanto, salvo que el ex vicepresidente económico tenga razón y esta crisis nada “tenga que ver con el capitalismo, ni con la economía de mercado, ni requiere de un replanteamiento del modelo económico” (Francisco Gil Díaz, El pecado original de la crisis, El Universal, 10/11/08, B2). Tendrá que ver, entonces, sugerimos, como lo hicieran algunos de los primeros oráculos de las oscilaciones económicas, con las manchas solares.

¿Sale Ixca y entra el fraile Malthus? ( malos, muy malos, estos tiempos mexicanos).



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EL CINISMO PANISTA





Arnaldo Córdova
El cinismo panista

La secretaria de Energía, Georgina Kessel, fue a decir al foro empresarial de Monterrey que se dio en días pasados, que las reformas en materia energética que se aprobaron recientemente fueron exactamente las que deseaba el gobierno de Calderón; afirmó que ahora se podrá contratar con mayor flexibilidad y, además, se podrán otorgar estímulos a las empresas encargadas por contrato de la exploración y extracción de hidrocarburos. Se obtuvo lo que se quería, concordando con lo que los gobiernos federales han venido realizando, vale decir, entregar las actividades petroleras a los privados. Que es lo que se ha venido haciendo, dijo, lo muestra el hecho de que 70 por ciento de esas actividades están ya en manos privadas.

O la secretaria carece de entendimiento y todavía no comprende lo que ha pasado o es una ignorante sin remedio y nadie le ha leído todavía los textos de reforma o, en fin, es una cínica desvergonzada que lo que nos está diciendo es que las reformas aprobadas, para ella, valen un comino y se seguirá haciendo lo que hasta hoy, violando la Constitución y sus leyes, vale decir, entregar todas las actividades petroleras a las compañías privadas. Creo que son las tres cosas juntas. Si se ve el catálogo de esas compañías podrá fácilmente apreciarse que todas ellas son extranjeras (Schlumberger, Halliburton y otras).

En primer lugar, para todo mundo quedó claro que las reformas propuestas por Calderón (y también por el PRI) no pasaron, excepto en algunas de sus partes que ya se han señalado. Calderón proponía que refinerías, ductos y centros de almacenamiento quedaran en propiedad de privados; en las reformas se sostiene el concepto constitucional de que sólo Pemex los tendrá. Calderón proponía contratos de riesgo enmascarados como contratos incentivados y otras acepciones igualmente crípticas e hipócritas; eso no pasó, pues se precisó que los contratos serían sólo de servicios o por obra determinada.

Vale la pena recordar, al respecto, que el artículo 60 de la Ley de Pemex otorga compensaciones a contratistas si la empresa nacional obtiene economías por menor tiempo de ejecución de obras, se apropia de nuevas tecnologías de contratistas o el desempeño de éstos redunda en una mayor utilidad o un mejor resultado de la obra o servicio. Las compensaciones se establecerán a la firma del contrato. ¿De dónde saca la Kessel que el estímulo es para que los privados se esmeren más en su tarea?

Que se diga que las reformas aprobadas son “exactamente” las que Calderón propuso es querer tomarnos a todos por unos idiotas. Sugerir, por otro lado, que todo lo que se hizo fue una farsa y que las tales reformas no sirvieron para nada es exactamente lo que el gobierno quiere que todos crean y lo que los voceros empresariales han venido proclamando. Estos, por lo menos, dicen que las reformas no son lo que se necesitaba y que hay que transitar por otra vía (violar la Constitución y esas leyes reformadas que no hay intención de hacer cumplir por este gobierno, con la alcahuetería de los priístas).

Eso, sin embargo, es lo de menos. Inteligencia y entendimiento es lo que menos se puede esperar de esos panistas derechistas y proempresariales fundamentalistas que nos gobiernan. Lo que la secretaria de Energía fue a decir a Monterrey fue que ellos y sus antecesores priístas han estado violando la Constitución a ciencia y paciencia de todos y que ahora los privados tienen en sus manos 70 por ciento de actividades que la Carta Magna y sus leyes (incluidas las ahora reformadas) tienen prohibidas en la industria petrolera. Las reformas aprobadas, aun tan limitadas en ciertos aspectos, trataban, precisamente, de enmendar esa situación. El mensaje de la Kessel es claro: olvídense de reformitas, aquí se va a seguir haciendo lo mismo y ahora con licencia para matar.

Algo muy grave nos ha estado pasando desde 1992 (hace ya 16 años): entonces se empezó a violar sistemáticamente la Constitución y nadie se enteró. Se empezó a entregar la industria eléctrica a los privados y todo mundo reaccionó como si fuera lo más natural del mundo. Ahora ellos tienen entre 36 y 42 por ciento de toda la producción del fluido. Los bancos nacionales fueron malbaratados a extranjeros, y ninguno abrió la boca. Fox entregó la cuenca de Burgos a los españoles, y nadie dijo nada. El gobierno panista prefirió inundar Villahermosa en una escala jamás antes vista, con las presas del Grijalva a reventar y con las turbinas cerradas, con tal de dejar que los tiburones españoles siguieran produciendo electricidad de la más cara (con gas).

Las reformas petroleras nos dieron la primera oportunidad de reaccionar a todo ese proceso privatizador y desnacionalizador. Finalmente, nos estamos enterando de que las cosas no se están haciendo bien en este país. Lo grave es que hayamos esperado a que se tocara nuestro mito nacionalista del petróleo para que empezáramos a darnos cuenta de todo el desastre que los gobiernos nos han estado haciendo en este país. Y todo, violando la Constitución y las leyes. Y ahora se nos avisa que seguirá haciéndose.

El debate fue importante para desenmascarar la estrategia privatizadora, sobre todo en su alcance más largo. Por eso el ingeniero Cárdenas llamó a que en asuntos tan importantes como éste se lleven a cabo esos debates. Sería muy saludable para la República hoy tan deteriorada. Pero deberemos estar alertas, porque lo que la Kessel, esa hechurita de Téllez, secretario de Comunicaciones, fue a decir a Monterrey, es que para el gobierno panista, con reformas o sin reformas, el camino está ya trazado y decidido.

Ahora podrán saber quienes dijeron que exigir que ciertas prohibiciones expresas quedaran establecidas en las leyes reformadas era ridículo o que las movilizaciones cívicas eran provocadoras e inútiles, que la secretaria les está diciendo que nosotros teníamos razón; pero que a su gobierno todo eso lo tiene sin cuidado y seguirá haciendo lo que ha estado haciendo hasta ahora. Toda ley es reformable por naturaleza y nosotros seguiremos exigiendo que dichas prohibiciones se impongan. Por lo demás, ahora sabemos que hicimos bien en movilizarnos y que tenemos que seguir haciéndolo. No todo se agota en la cuestión petrolera y no hay que olvidar que tenemos deudas pendientes: Burgos, los bancos, el contrato gasero a Repsol, la inicua reforma laboral, las presas del Grijalva, cuyas turbinas están cerradas, y muchas otras cosas.



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LA CRISIS Y EL CAMBIO NECESARIO





Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx
La crisis y el cambio necesario

La crisis se muestra de manera muy clara en algunas ramas de la economía. La industria automotriz, en Estados Unidos, tuvo un desplome de 32 por ciento de sus ventas en octubre, frente al mismo mes del año anterior. En México está una de las 11 plantas cuyo cierre temporal confirma la Ford, la de Hermosillo. Las ventas de vehículos pesados aquí, también en octubre, bajaron 40.2 por ciento.

Otro caso que debe considerarse en especial es el de la industria militar estadunidense. Esa industria ha prosperado con las dos guerras que sostiene ese país. Pero la economía del mismo ya no da de sí. Se ha publicado, desde poco antes de las elecciones, que ganara quien ganara sería imposible sostener ese gasto militar. Está el gasto adicional del “rescate” bancario y financiero. También el planteamiento de un nuevo “segundo programa de recuperación económica”, del que hablamos en este espacio el 19 de octubre, y que fue elaborado por quienes dirigen a la mayoría demócrata de los representantes, y que cada vez toma más forma. Con todo esto, ya no le queda al gasto militar para mantener su nivel actual, sino que lo que habrá que decidir es qué tanto recortarlo y por dónde.

Las soluciones. Ya que hablamos del país vecino del norte, en el programa mencionado de los demócratas de la Cámara de Representantes (diputados) había dos grandes ramas del gasto: la inversión pública, y un fuerte aumento a lo que aquí agrupamos como el gasto social. Este último implica al mismo tiempo fortalecer el mercado interno. Además, acaba de anunciarse un cambio en la aplicación de los 700 mil millones de dólares del primer “rescate”: en vez de comprar a los bancos deuda no cobrable, el dinero público se destinará a apoyar el consumo, por ejemplo, dinero para créditos para comprar coches.

Habíamos visto que la falta de ese crédito era la clave de la caída en la venta de coches en ese país. Al haber dinero para comprar autos aumenta el mercado interno y eso ayuda a la recuperación, en este caso, de la industria automotriz. Obama ha urgido a que esto salga, señalando que él no va a intervenir en el gobierno de Bush, que es responsabilidad de él mismo, pero que quisiera que el segundo paquete de estímulos a la economía saliera lo antes posible, y que si para cuando él tome posesión como presidente, el 20 de enero, no se ha hecho, sería lo primero que él haría.

Mientras, el más amplio programa de estímulo, con el mayor monto económico, lo emite China. Un enorme programa de inversión pública de dos años, que incluye construcción de vivienda popular, ferrocarriles, aeropuertos, riego y en general infraestructura rural, entre otras. Y un fortalecimiento del mercado interno, que además de la creación de empleos incluye mejoramiento de las condiciones del crédito. China llega a la reunión de Washington de jefes de Estado del G-20, del 14 y 15 de noviembre, con este hecho como primera palabra.

Se llevó a cabo, el pasado fin de semana, la reunión de ministros de Hacienda o equivalentes, y directores de bancos centrales, del mismo Grupo de los 20, en Sao Paulo, Brasil. Un antecedente de la reunión que se acaba de celebrar en Washington. Y era claro que sería notorio el papel de Brasil, presidente en turno del G-20 y sede de la reunión. Este país también llevó su paquete a la reunión de Washington.

Se trata del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC).Tiene los mismos ingredientes que otros, inversión pública y aumento en el gasto social, además de dar prioridad a las compras nacionales, en ambos casos fortaleciendo el mercado interno. Pero tiene también la gran inversión en los nuevos yacimientos de petróleo, y el nuevo régimen petrolero que permita que lo principal del beneficio de estos yacimientos sea para la sociedad, para el país, para la población.

El día anterior al inicio de este encuentro de Sao Paulo, se llevó a cabo una reunión del BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Cuatro países que se han agrupado, y que se pusieron de acuerdo en objetivos comunes, sobre la base de que tienen en común mucha población, mucho territorio nacional y alto ritmo de crecimiento. Sin embargo, tienen hasta el momento muy poco peso en las instituciones financieras internacionales. Se planteó que las funciones del llamado Grupo de los 7 pasen al G-20. También, que haya mayor regulación del sistema financiero internacional.

En la reunión, la cabeza del Banco Mundial, Zoellick, dijo que las medidas anunciadas por China podrían ser un modelo para otros países. Y dijo que esas medidas chinas eran “muy inteligentes”. El subsecretario del Tesoro estadunidense para asuntos internacionales (el secretario no asistió a la reunión), dijo que esas mismas medidas chinas podrían beneficiar también a otras naciones.

Entre los acuerdos de la reunión cumbre del 15 de noviembre, está la reforma a fondo de las instituciones financieras internacionales (como el Fondo Monetario Internacional) y una mayor participación en ellas de los países emergentes y en desarrollo.

Hemos puesto el acento en el mercado interno porque en México la caída de las exportaciones (como cayeron también las de China y otros países), especialmente a nuestro principal comprador, Estados Unidos, obliga a un mayor mercado interno para un crecimiento estable. Y el gobierno federal ha hecho lo contrario, contraerlo, con medidas como subir a cada rato los precios de la gasolina, del diesel, del gas, de la electricidad, y también, como reflejo de estos aumentos y en general por ausencia de controles, los precios de los artículos de primera necesidad.

Esta política nos condena a un empeoramiento de la situación económica del país. Ya no se debe usar el precio de los energéticos, que repercuten en muchos otros precios, como un instrumento de recaudación fiscal, no autorizado por el Congreso, que ellos mueven a voluntad, aunque los precios internacionales, por ejemplo del petróleo crudo, estén bajando. Cuando aquí nos planteamos la defensa de la economía popular, no sólo es una bandera social, sino un modo de recuperar el mercado interno y hacer posible la recuperación económica general. Si las exportaciones bajan y no sube el mercado interno, ¿a quién le van a vender los fabricantes?



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YUNQUELAND ROMPIENDO EL CERCO INFORMATIVO.
http://www.yunqueland.com/
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jueves, 6 de noviembre de 2008

1938 y 2008: una comparación

Agenda Ciudadana

Lorenzo Meyer

Jueves, 06 de Noviembre de 2008
NOTA DE INICIO

Una felicitación a unos Estados Unidos que, finalmente y como conjunto, superaron el racismo. Enhorabuena.

ESPÍRITU

En su mensaje de ocho minutos en cadena nacional del 28 de octubre, Felipe Calderón felicitó a los legisladores por "el patriotismo, la visión y la altura de miras" que, según él, habían mostrado al aprobar una legislación que, en su letra, es diferente a la que él había presentado al poder legislativo en abril, y que pretendía legalizar la inversión privada en exploración, extracción, refinación, ductos, almacenamiento y transporte de los recursos petroleros. La reacción del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo logró cambiar bastante los términos de la legislación, aunque no necesariamente su espíritu.

Hacer de una necesidad una virtud es una característica del discurso político. De ello es ejemplo lo dicho por "Los Pinos" en torno al petróleo. Quizá llevado por el entusiasmo de haber visto el fin del largo y complicado proceso por el que atravesó su paquete de iniciativas de ley, Calderón declaró que la reforma aprobada era la más importante en materia de petróleo desde 1938. Sin embargo, "Los Pinos" tomaron como punto de referencia para su argumento una circunstancia histórica que en realidad no favorece la comparación. Y es que el ánimo que hace 70 años movió al presidente Lázaro Cárdenas a resolver de tajo la disputa entre el gobierno mexicano y las empresas petroleras norteamericanas y angloholandesas mediante la nacionalización de la industria petrolera, es opuesto al que hoy domina en la casa presidencial, en el congreso, en los partidos y entre los "factores de poder" que pretenden dirigir las actuales circunstancias.

INDICADORES

La decisión tomada en marzo de 1938 por Lázaro Cárdenas fue la culminación de un largo proceso que se inició cuando el presidente Francisco I. Madero chocó con el gobierno norteamericano por haber decretado un impuesto de veinte centavos por tonelada al petróleo exportado. La insólita decisión del presidente Cárdenas dio al Estado mexicano el control pleno de la explotación de los hidrocarburos mediante la expulsión de las empresas privadas extranjeras, fue, esa sí, una determinación realmente "patriótica, visionaria y con altura de miras".

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India: intercambios culturales

Margo Glantz


Me hacen una resonancia magnética en el hospital de Nutrición, me acuestan en un aparato semejante a un ataúd; “le vamos a poner una especie de mascarita”, dice el radiólogo. No contesto, tengo el cuerpo tenso, antes me han inyectado en las venas –si a las mías puede llamárseles venas, por lo delgadas y anémicas– un líquido para el contraste.

De repente, un ruido intenso como si estuviesen tronando cuetes y al mismo tiempo se pusiese en marcha una máquina en una acerería de esas que antes había y ahora adornan un hermoso parque en Monterrey; examinan mi cuello, tengo una carótida gorda y una flaca, soy una especie de Laurel y Hardy en miniatura, ¿de nacimiento o estoy a punto de abandonar este valle de lágrimas?

Trato de no oír el ruido de la máquina y el sonido me retrotrae a mi último viaje; escucho, agigantado en el recuerdo, el alboroto de las calles de la India, de donde acabo de volver hace unos días. Los incesantes cláxones de los coches (“Please horn”), las bicirikshós, los motorikshós, las motos llevando a dos o más personas, el motorista con su casco, de uso reciente en esas tierras, uso que se multiplica como los vehículos y los cables de electricidad.

Fui invitada junto con los poetas Francisco Hernández y Armando González Torres a visitar la India por la Sahitya Akademi –un equivalente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes–, la embajada de la India en México, Bellas Artes y Relaciones Exteriores. Una comitiva electa por la edad –soy la mayor– y el género tanto sexual –represento al sexo débil– como literario.

Estuvimos primero en Delhi: nos atendieron de manera espléndida. Estuvimos alojados en el hotel Ashok, en el barrio de las embajadas, con grandes y hermosas avenidas. Recorrimos algunos de los sitios más impactantes de la ciudad, por ejemplo el Fuerte Rojo, y tuvimos un encuentro con escritores, periodistas y académicos indios, para quienes México se resume en Octavio Paz, a quien veneran; recientemente han conocido a Carlos Montemayor y a Jorge Volpi, de quienes nos hablaron con interés. El poeta y editor Conrado Tostado, buen amigo, es nuestro agregado cultural.

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lunes, 3 de noviembre de 2008

Unidad no es unanimidad, señala el comité de intelectuales

A LA OPINIÓN PÚBLICA:

El Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo reitera su compromiso:

1. Proseguimos en la lucha en defensa de la soberanía en materia energética, que ampliamos para incluir la defensa de la economía popular y los derechos humanos. No pertenecemos a ninguna corriente política específica, coincidimos con varias en un número importante de actitudes y pronunciamientos, en especial con el Frente Amplio Progresista.

2. Nuestra decisión de contribuir a la investigación y el examen de un buen número de las realidades actuales, no implica la búsqueda de la unanimidad. Nos une y nos seguirá uniendo lo esencial, la defensa de la racionalidad democrática y de la resistencia civil ante el saqueo de los recursos nacionales, pero reconocemos y le damos su debido valor a las diferencias de percepción y análisis, en el sentido en que se expresó la votación dividida sobre la reforma energética (Hemiciclo a Juárez). Queremos promover el debate ejerciéndolo en el ámbito de nuestra participación colegiada. Por eso, nos parece consustancial al trabajo de los especialista e intelectuales, la confrontación de diversos puntos de vista. La unidad, en buen número de casos, no es la unanimidad y el mismo debate interno favorece la coherencia y legitimidad populares.

3. Hay unidad con las naturales diferencias de enfoques en varios temas: el desventurado manejo de la economía por parte del gobierno federal y los gobiernos locales y estatales, la falta de seguridad, las represiones atroces (en Oaxaca, Chiapas, Atenco y Morelos, por ejemplo), la impunidad favorecida y aprovechada por las autoridades, el desastre agrario, las políticas apenas esbozadas (y mal) en el combate contra la delincuencia y el narcotráfico, el desastre educativo, las violaciones a los derechos humanos, la destrucción de los ecosistemas, y en la resistencia al saqueo y dilapidación de los recursos nacionales (petróleo, agua, bosques y selvas, biodiversidad, maíz, etcétera).

Ahora, la versión mexicana de la crisis internacional entra en una fase de gran deterioro que, de seguro, se profundizará. Al respecto, como la contribución posible a nuestro alcance, insistiremos en el análisis y la investigación. Nuestro desempeño exige el debate, y el debate fortalece y afina nuestras convicciones fundamentales.

Atentamente

COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO

Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Antonio Gershenson, Margo Glantz, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Luis Linares Zapata, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Roberto Morales, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Víctor Manuel Toledo, Héctor Vasconcelos y Javier Wimer