miércoles, 30 de abril de 2008

De Aguilar Camín a Arnaldo Córdova

Tomo nota de las precisiones de Arnaldo Córdova sobre el significado jurídico de “privatizar” (La Jornada, 27/4/08). No puedo honrar su invitación a una discusión jurídica, pues carezco de calificaciones para ello.

Lo que puedo decir es que, en mi opinión, el centro de un debate fértil sobre Pemex y el petróleo no es privatizar o no. Entre otras cosas porque “privatizar” no es una palabra simple, como queda de manifiesto en el análisis del propio Arnaldo. Polariza el debate en bandos inconciliables. Esta palabra ambigua crea polos adversarios. Cada quien entiende con esa palabra lo que quiere entender.

Por mi parte, no entiendo muy bien lo que se dice con “no privatizar” cuando se habla de Pemex, una empresa cruzada de arriba abajo por contratistas y proveedores privados. (Por cierto: ¿los contratos del sindicato con la empresa, son públicos o privados?) En aras de la congruencia habría que hablar de “renacionalizar”, “rexpropiar” o “desprivatizar” Pemex.

¿Pero hay que desprivatizar Pemex? ¿Los contratistas y proveedores de Pemex son indeseables por el hecho de ser privados? ¿Hay que erradicarlos por ser privados? Mi opinión es que no. Si eso fuera posible, sería absurdo. Hay que erradicar a los contratistas hijos de la corrupción y de la opacidad, por ser caros y malos, y por colaborar no a la eficiencia sino a la ineficiencia de Pemex.

La pregunta clave para mí no es si debe haber o no contratos y proveedores privados en Pemex, sino dónde y cómo. La respuesta obvia es donde convenga para que Pemex sea la empresa eficiente que no es.

¿Cómo garantizar que “lo que convenga” no termine en la opacidad, la corrupción y la ineficiencia que caracterizan hoy a Pemex? Haciendo transparente a la empresa, con todos los mecanismos a la mano: un consejo de administración independiente, rendición de cuentas al Congreso, publicación en Internet de las operaciones de la empresa, el destino de los excedentes petroleros, etcétera.

La opacidad, la corrupción y la ineficiencia son los verdaderos enemigos de Pemex, no los contratos privados. Por eso, lo primero que hay que garantizar es que Pemex sea una empresa transparente, verdaderamente pública.

Éste es el tema central, en mi opinión. Ni el diagnóstico gubernamental ni su iniciativa de ley lo abordan con claridad. Ojalá el debate pueda llevarlo al centro del ruedo y, en su momento, al centro de la nueva ley.

Para Arnaldo, mi respeto y mi cariño.

Héctor Aguilar Camín

domingo, 27 de abril de 2008

De la intolerancia según la encuesta

Carlos Monsiváis

Miguel Székely, subse- cretario de Educación Media Superior de la SEP, ha dado a conocer datos y actitudes de la Primera Encuesta Nacional de Exclusión, Tolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Nivel Medio Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública. Entre los resultados más relevantes (en un sentido): cerca de 54% de los estudiantes de las preparatorias públicas no admitiría compartir clases con estudiantes enfermos de sida, 52.8% rechazó la convivencia con alumnos homosexuales y a 51.1% le incomodan los discapacitados en el salón público. Además, cuatro de cada 10 no aceptan compañeros indígenas ni de ideas políticas diferentes o de otras religiones.


Se encuestó a 13 mil 104 estudiantes de 15 a 19 años de edad inscritos en la preparatoria de los subsistemas federales, estatales y autónomos.


* * *

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Laberintos de estancamiento

Rolando Cordera Campos

Dos jinetes apocalípticos recorren el mundo mexicano y arrinconan su democracia: el del lento y mediocre crecimiento sostenido por más de dos décadas, y el de la falta de consensos mínimos para construir una unidad nacional no autoritaria desde abajo y a través de las instituciones con que contamos para hacer creíble nuestra democracia.

Es ya historia vieja, que arrancó en el último tercio del siglo pasado y que la alternancia, que fue vista ilusamente como el fin de la transición política, no pudo superar. Tampoco lo hizo la “gran promesa” de la globalización económica, que nos sumió en este estancamiento estabilizador que sólo los tontos pueden seguir celebrando: sus resultados sociales están a la vista en la emigración masiva y el desempleo y la decepción juveniles, que junto con la quiebra progresiva de la planta empresarial mexicana documentan la destrucción sistemática del futuro, un relato más para la marcha de los necios.

Del primer jinete no han querido ocuparse los últimos gobiernos, y las declaraciones recientes del gobernador Ortiz sobre las virtudes ocultas de la reforma energética propuesta por Calderón advierten que este desafane de la promoción del desarrollo ha contaminado al Estado en su conjunto.




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Reservas petroleras, e ilusiones

Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx


La Secretaria de Energía, a la que ya se le habían señalado fallas en su forma de “cuantificar” el petróleo que tenemos, ahora, en una conferencia, vuelve a revolver tipos de reservas que no son comparables y a sumarlas con las que no son reservas, para llegar, después de decir que “México tiene petróleo, y mucho”, para 61.3 años. Como paso intermedio en su creciente cálculo, dice que las reservas probadas alcanzan para 9.2 años, pero si se agregan las reservas probables y posibles “tenemos crudo para 27.7 años”, y ya con los recursos prospectivos llegamos a más de 60 años. Y agrega que de ahí, 55 por ciento de ese “petróleo” está en las aguas profundas del Golfo de México.

Vamos a examinar en detalle el problema, y a tratar de dejarlo ya de lado. Porque es muy fácil repetir una y otra vez que dos y dos son cinco, a ver si así alguien se lo cree. Del documento de Pemex Reservas de hidrocarburos al 31 de diciembre de 2007, tomamos los siguientes datos, que son directos.

Las reservas de crudo a la fecha mencionada en el título del documento son, las reservas probadas, 10.5 miles de millones de barriles. Las llamadas reservas probables, 10.8 miles de millones, y las posibles, 9.9 miles de millones. Pero luego los funcionarios de Pemex usan “reserva 1P”, que son las probadas, y hasta ahí no hay problema; después, “reserva 2P”, que es la suma de probadas y probables (cuidado aquí), y “reserva 3P”, la suma de probadas, probables y posibles, que también se llaman totales. ¿Se valen estas sumas?


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Privatización

Arnaldo Córdova


Héctor Aguilar Camín escribió una serie de artículos en el periódico en el que colabora, poniendo en duda el rigor semántico de la definición que nuestro grupo de intelectuales en defensa del petróleo dio y, debo decirlo, con justas razones. Yo no voy a defender nuestra definición, excepto diciéndole que nos referimos con ella a los intentos privatizadores del gobierno de Calderón. Ahora quisiera darle una definición que busque ser de verdad rigurosa. Un jurista y, más aún, un constitucionalista, diría que la privatización es un asunto de derecho público, no de derecho privado.

Héctor nos enmienda la plana diciendo que “privatizar en sentido estricto quiere decir que la empresa sea vendida a capitales privados, como se vendieron los teléfonos y los bancos”. En realidad, privatizar no quiere decir, necesariamente, vender. Hay innumerables formas de transmisión del dominio y lo mismo se observa cuando un bien público pasa a ser propiedad de un privado. Aparte del contrato de compraventa, existen la cesión del derecho, la dación en usufructo ad aeternum, la enfiteusis (uso de superficie de terreno público), el abandono del bien que puede ocasionar que un privado lo reclame y muchas otras. Tampoco se trata de una venta total, como se la imagina mi amigo. Cuando se trata de una empresa tan grande, puede ocurrir que la privatización opere sólo en ciertas áreas, servicios, bienes o, incluso, créditos.

Si se la observa desde ese punto, nuestra definición es acertada, aunque no completa ni rigurosa. Cuando decimos que el gobierno panista está cediendo con su iniciativa bienes, derechos y funciones que la ley hasta ahora mantenía dentro de la competencia de Pemex, estamos afirmando, con rigor jurídico, que se está privatizando la empresa. Si Héctor se toma el trabajo de leer las iniciativas de Calderón se dará cuenta de que tenemos la razón en lo que decimos.

Privatizar y estatizar o expropiar o nacionalizar (para el objetivo jurídico diseñado en la ley, exactamente lo mismo) son conceptos antitéticos sin mediación alguna posible. Se trata de una materia de propiedad de bienes reales, de cosas y éstas no pueden estar más que en el dominio de los privados o del Estado (en nuestra Constitución, representante de la nación). Si de una empresa del Estado, cualquiera que sea, por ejemplo, se pasa a manos de privados, un bien real, un servicio, un valor (esfera de derechos personales) o, incluso, una función antes exclusiva, se está privatizando. Sí, un poquito, pero se está privatizando.

Yo invitaría a mi amigo a que discuta con nosotros las iniciativas, no nuestra definición que, por supuesto, tiene sus limitaciones. Hay muchísimos servicios que los privados pueden hacer para Pemex, mediante contrato de servicios y el pago correspondiente. Transporte por carretera, por ferrocarril y también por mar, construcción de infraestructura, como ductos, refinerías o plataformas marítimas, pero todo pagado y bajo contrato. El que muchas de las áreas de actividad de Pemex estén ya en manos de privados y que, de acuerdo con la Carta Magna no deben estar, Héctor tiene razón, es algo que debe anularse. A él no se le ocultará el colosal saqueo de nuestra riqueza petrolera a que eso da lugar.




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sábado, 26 de abril de 2008

NOS CONGRATULAMOS

Carta del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo

La Junta de Coordinación Política del Senado de la República acordó la convocatoria a los foros de debate sobre la reforma energética. Nuestro Comité en Defensa del Petróleo no puede sino congratularse, porque esa fue nuestra demanda inicial.

Con esta medida no sólo se abre un nuevo espacio público de discusión sobre el petróleo, sino también un debate sobre el proceso civilizatorio de nuestro país.

Todo lo anterior no hubiese sido posible sin la movilización ciudadana y la acción decidida de los legisladores del Frente Amplio Progresista, que consistió en la toma temporal de las tribunas del Congreso, que tantos ataques injustificados provocó y que dejó en evidencia los intereses a los que sirve la campaña de pánico moral y de odio que se ha promovido en los medios de comunicación.

Con sus acciones, los legisladores del frente no interrumpieron las actividades parlamentarias, pero sí lograron impedir la aprobación apresurada, en fast track, de las iniciativas enviadas por Calderón que promueven la privatización de la industria petrolera, violan la Constitución y promueven la corrupción.

Somos un comité en favor de la democracia y no de movimientos golpistas, como se ha dicho. Tampoco promovemos el odio; nuestra convicción democrática nos impulsa a la discusión abierta y libre de las ideas y de los temas nacionales, en este caso específico, de la reforma energética, cuya trascendencia y amplitud son esenciales para el futuro de nuestra patria.

Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo. Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Héctor Vasconcelos, Roberto Morales y Javier Wimer




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viernes, 25 de abril de 2008

El peligro

Luis Javier Garrido

La iniciativa de contrarreforma energética de Felipe Calderón, que está concitando creciente repudio nacional, no sólo conduce a la entrega de la industria petrolera a las trasnacionales, sino representa además otro peligro para México, pues vuelve a nuestro país un objetivo miltar del Pentágono en función de los intereses de seguridad de Estados Unidos.

1. La contrarreforma petrolera que el gobierno de facto busca imponerle a México fue el móvil fundamental del apoyo de múltiples trasnacionales al fraude electoral de 2006. Las corporaciones petroleras que brindaron un financiamiento ilegal y un respaldo político a Calderón para imponerlo en la silla presidencial lo hicieron sobre la base de que la nueva administración se comprometía a entregarles plenamente lo que habían querido lograr sin obtenerlo en las anteriores administraciones: el control de una nueva industria petrolera construida en territorio mexicano sobre las ruinas de Pemex, bajo el resguardo del poderío militar de Washington, que, sobre bases supuestamente “legales”, la consideraría un bien propio.



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jueves, 24 de abril de 2008

El primer intento privatizador

Lorenzo Meyer

GOBERNANTES VS. GOBERNADOS


No es raro que un gobierno tome decisiones en contra de la voluntad popular; de ese tipo de contradicción está hecha buena parte de la política. Hoy, por ejemplo, la opinión pública en Polonia y en la República Checa se opone a que Estados Unidos establezca una base de misiles interceptores en el primer país y un radar en el segundo. Sin embargo, lo anterior no ha impedido que el gobierno polaco y checo siga negociando con Washington mientras intentan modificar la percepción del público; son muchos los millones de dólares en juego. Lo mismo ocurre con la reforma energética en México.


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Agresiva belleza de NY

Margo Glantz

Y de repente, la primavera, minifaldas, escotes, sandalias, un andar desenvuelto, extravagancias, mujeres de 90 años como jovencitas a la moda (vestiditos tipo, a medio muslo, leggings, cero dimensión ósea), cantantes de jazz en los parques, pre y posjipis, vendedores ambulantes, bolsas de plástico, imitación de Coach, Furla, Versace; joyas, pashminas de a mentiritas, obesos, anoréxicas, jóvenes bellísimos, de todos los colores y razas (e italianos: ha llegado el Papa), mexicanos (trabajando de meseros o limpiando los pisos de los cafés), diseñadores ambulantes, bullicio, tiendas carísimas, museos (¡vendieron un museo del Soho a Prada!), un sol deslumbrante. Pido un expreso con un poquito de leche, la mesera ecuatoriana contesta, le cuesta un dólar más, la energía es muy cara aquí; en efecto, una llamada de larga distancia desde el hotel a México me cuesta ¡224 dólares!



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miércoles, 23 de abril de 2008

¿Y por qué no desaparece el infierno también?

José María Pérez Gay /I

"¡Ay, Pepe, estás en el limbo", decía mi madre decepcionada y de mal humor, cuando me veía ausente o distraído. Yo, que había cumplido entonces 10 o 12 años de edad, me imaginaba el limbo como un lugar -sin tiempo y sin espacio- donde habitaban los individuos torpes o los imbéciles fugaces. En su riguroso sentido latino, limbo significa el fin o extremo de alguna cosa, en especial se llama limbo a la orla o parte última de un vestido. Mi necesaria educación jesuita me explicó más tarde su auténtico significado. En el segundo año de secundaria, el "hermano" -por ese entonces no se había ordenado sacerdote- Juan Lafarga nos dijo que el limbo era el nombre de un reino celestial donde estaban depositadas las almas de los Santos Padres y Patriarcas, esperando la redención del género humano. Y también se llamaba limbo -nos dijo con un tono de misterio inescrutable- al lugar donde van las almas de los que mueren antes de tener uso de razón, sin haber recibido el sacramento del bautismo. "Más lejos del infierno y más vecino al Cielo está el limbo de los padres, llamado por excelencia "seno de Abraham" -recuerdo haber leído en alguno de los textos canónicos, que nunca entendí.



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martes, 22 de abril de 2008

LA VIDA DE PAZ, UN MANIFIESTO POETICO.

Elena Poniatowska
La vida de Paz, un manifiesto poético

Ampliar la imagen Octavio Paz expresaba que "poesía y pensamiento son un sistema de vasos comunicantes" Octavio Paz expresaba que “poesía y pensamiento son un sistema de vasos comunicantes” Foto: Archivo La Jornada

“Soy ante todo poeta. Ahora bien, para mi generación la poesía estuvo ligada a la historia –escribe Octavio Paz–. Nací en 1914 y soy contemporáneo de las grandes conmociones del siglo XX; la ascensión del nazismo y del fascismo, la guerra de España, la Segunda Guerra Mundial, la independencia de las antiguas colonias europeas. Todo esto marcó profundamente mi adolescencia y mi juventud.” “Soy poeta”, repite. “Mi primer escrito, niño aún, fue un poema; desde esos versos infantiles la poesía ha sido mi estrella fija”. “Mis primeros poemas fueron poemas de amor y desde entonces este tema aparece constantemente en mi poesía.”

¿Qué hace un poeta con la historia? ¿Qué hace un poeta con la crítica, la filosofía, la política, la pintura, las ciencias sociales, la narrativa, la música? ¿Qué hace un poeta con el destino de América Latina? Octavio Paz responde: “Escribo sobre lo que he vivido y vivo. Vivir es también pensar y, a veces, atravesar esa frontera en la que sentir y pensar se funden: la poesía”… Insiste: “Escribo poesía porque no tengo más remedio, responde a una necesidad interior”.Leer mas

lunes, 21 de abril de 2008

La promesa de Fernando del Paso

Prometí –me prometí a mí mismo– no hablar más del petróleo. Pero no me prometí no hablar de mierda.

No cabe duda que, de toda la mierda que le aventaron en 2006 a Andrés Manuel López Obrador sus detractores, les sobró para 2008.

Sólo un nazi podría compararlo con Hitler. Sólo un fascista, con Mussolini. Sólo un ultraderechista, con Pinochet y Huerta.

Esta mierda es desde luego compartida por Televisa, que aceptó transmitir el espot que todos conocemos.

Espero que los lectores perdonen mi vocabulario. No es mi estilo, pero de alguna manera hay que tratar a esta gentuza –y sus cómplices– que atenta contra la inteligencia y la sensatez. Ella sí que representa un peligro para México.

domingo, 20 de abril de 2008

LOS “FIERROS” Y LA PRIVATIZACIÓN

JORGE EDUARDO NAVARRETE
Uno de los ejes del lamentable discurso del régimen calderoniano sobre el petróleo es negar, contra toda evidencia, la intención privatizadora. Ante las denuncias de ésta, se responde: nadie ha hablado de privatización, nadie ha propuesto vender PEMEX, la privatización es un mito, un espectro que se maneja para politizar y desprestigiar una política orientada a fortalecer PEMEX, que seguirá siendo una empresa mexicana sujeta a la rectoría del Estado. Una de las versiones más primitivas y caricaturescas de este discurso corrió a cargo del señor Juan Camilo Mouriño, quien conoce PEMEX por los negocios que sus empresas han realizado con el organismo, que afirmó que el proyecto del gobierno “no representa la venta de ningún fierro” de la paraestatal. (La Jornada, 5 de abril de 2008, p 6.) No se venderán los fierros, por tanto, no se privatizará.

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EL AGRAVIO

LUIS JAVIER GARRIDO
El agravio que cometen al pueblo mexicano Felipe Calderón, el gobierno de facto panista y los priístas uncidos a ellos, al pretender entregar las riquezas petroleras de México a las grandes corporaciones trasnacionales es por triple partida. Lo es al pretender engañar a todos pretendiendo que la privatización en beneficio de las grandes trasnacionales petroleras y de los intereses estratégicos del gobierno de Washington, es por el bien del pueblo. Mayor aún es el agravio cuando se une al desprecio por la inteligencia popular cuando busca encubrirlo mediante la simulación de un proceso legislativo amañado, el cual no logra ocultar los acuerdos cupulares del salinismo priísta con el panismo en descomposición. Y culmina con lo que busca ser un despojo histórico: entregar, en abierta contravención a lo establecido por los artículo 27 y 28 constitucionales y en oposición a la voluntad mayoritaria de los mexicanos, el patrimonio fundamental del país a las multinacionales, a las cuales tanto esfuerzo costó quitárselos en una lucha que duró varias décadas y que culminó en las jornadas memorables de 1938.



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ALGUNOS DE LOS PROCESOS PETROLEROS

ANTONIO GERSHENSON
Para empezar, me voy a referir sólo a los principales retrocesos que hay en el proyecto de cambios legales enviado por el gobierno federal al Senado en materia petrolera. Confío en que habrá tiempo para entrar más a fondo a éstas y otras propuestas.

Entre las actividades que, conforme a la Constitución, la ley vigente reconoce como exclusivas para PEMEX, el proyecto del gobierno federal propone que sean también admitidas para empresas privadas la exploración y desarrollo de yacimientos de petróleo y de gas, en tierra, aguas someras y aguas profundas. El procedimiento establecido (en la Ley Orgánica) es la firma de contratos, prohibidos por el artículo 27 de la Constitución. Estas actividades implican ahora la absoluta mayoría del presupuesto de PEMEX. Además, los funcionarios tienen muchas facultades en cuanto a los contratos, incluso para adjudicarlos sin concurso.



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LA RENOVACION DE PEMEX

ARNALDO CÓRDOVA

Hay a quienes les encanta descubrir el hilo negro. Ahora se sorprenden de que la llamada reforma energética es, en realidad, reforma de una empresa (PEMEX). Parece que no se habían dado cuenta de que es precisamente lo que está en juego. ¿Ha oído alguien hablar de la CFE o de Luz y Fuerza del Centro? Claro que no. Se trata de PEMEX. La obsesión del gobierno panista y sus personeros ha sido desde el principio renovar la empresa petrolera, no para hacerla más productiva como tal, sino para resolver sus agudos problemas financieros, ante la perspectiva cierta de que las reservas se están yendo como agua entre las manos.

Es por ello que desean ansiosamente que el capital privado, sobre todo el grande, el extranjero, entre en el negocio de esta renovación que, lo han confesado, consiste sólo en abrir más pozos petroleros, ir a las aguas profundas, para las cuales no hay tecnología ni recursos suficientes y hay que asociarse con los que se supone los tienen. En realidad, en la empresa como tal, piensan muy poco o sólo aleatoriamente. PEMEX no tiene dinero, nos dicen, pero ellos mismos informan que sólo en 2007 la empresa obtuvo más de 104 mil millones de dólares. ¿Adónde fue a parar ese dinero? Se niegan a informarlo y, encima, siguen afirmando que no hay dinero en casa disponible para renovar esa empresa nacional.



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INMORTALIDAD DE LA PRIVATIZACION

LAURA ESQUIVEL
No va a ser una novedad que les haga notar que la Historia de México es, al mismo tiempo, una colección de hechos llenos de grandeza y dignidad y de episodios de extrema pequeñez y vergüenza. Baste pensar como muestra en el espíritu que inspiró la construcción de los grandes centros ceremoniales prehispánicos con la clara conciencia de que somos uno con el todo, o recordar los monumentos literarios de Sor Juana Inés de la Cruz o la delicada sutileza de un Pedro Páramo con toda su carga de inmortalidad, o hacer memoria de la fundación casi milagrosa de la Ciudad-laguna México-Tenochtitlan, o rememorar la conciencia solidaria que con sus propias manos logró sacar a sus muertos de los restos del terremoto de 1985. Estos escasos ejemplos son imagen de la grandeza a la que nuestra cultura ha podido llegar y seguirá llegando. Sin embargo, junto a sus alcances excepcionales se encuentran también los que nos hablan de la pequeñez humana. Baste nombrar la destrucción sistemática de nuestra integridad territorial, de nuestras tradiciones culturales, de nuestra riqueza patrimonial, desde la destrucción del convento de San Francisco hasta el desmembramiento de la biblioteca de Sor Juana Inés de la Cruz;
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PEMEX Y LA JUSTICIA

CARLOS PELLICER LÓPEZ
Nos han acostumbrado a aceptar la injusticia como situación normal, inevitable. Es el mal necesario, el mal que sólo los más listos saben aprovechar. La impunidad es el premio a los vivos, a los que saben aprovecharse del prójimo. Los otros... son los pobres muertos de hambre.

Cuando pienso en nuestros jueces máximos, creo que el único consuelo es imaginarlos, día tras día, enfrentando la luminosa verdad que pintó Orozco en los muros de su guarida.

En los últimos tiempos, jueces, políticos, hombres de negocios y los jerarcas de la siempre santa Iglesia, han concertado sus trabajos, han llegado a un acuerdo razonable sobre la distribución de la hacienda pública. Muy a la moda, identifican al Estado con una empresa.

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EL PETRÓLEO ES LA SANGRE DE MEXICO

LUCINDA RUIZ
…y la sangre no se vende!

Los petrobonos son una más de las grandes mentiras de Calderón y sus funcionarios, quienes por su voracidad personal aparecen como tontos ante las empresas privadas, posibles compradoras, que también saben de las utilidades supermillonarias que deja el petróleo, y que piensan sólo en enriquecerse a grandes pasos y a corto plazo. Ya se encargarán estas empresas de comprar los millones de partecitas llamadas petrobonos, que les producirán muchos más millones y millones.

Si cuarenta centavos de cada peso del erario público salen de PEMEX, ¿de dónde saldrían si Calderón vende Petróleos Mexicanos? ¿Qué será de la ya multisaqueada economía del país? ¿Qué será del futuro de México, de nuestros hijos y nietos, y de las generaciones por venir?


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EL CORAZÓN DE LA DISPUTA

LORENZO MEYER
Entre los varios ángulos para analizar el proyecto de Felipe Calderón por modificar el marco legal de la industria petrolera para permitir una mayor injerencia de la empresa privada en este campo, está el de los ciclos históricos de privatización del petróleo.

Un punto de partida para el análisis es el siguiente: en el primer ciclo de privatización –hace más de un siglo– la lucha fue por la propiedad misma del petróleo. En el actual, la situación es diferente; el petróleo en sí, aunque muy valioso, ya no es el objetivo. Lo que busca el capital privado, en particular el externo, es la ganancia que puede obtener de las condiciones en que se produzca la venta de sus servicios a PEMEX y de la transformación de los hidrocarburos en productos para el mercado.

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PEMEX

ELENA PONIATOWSKA

Portada de folleto de información Imagen tomada de: Galería pública de Radio AMLO
Desde niña, en los cuarenta, oí a la maestra de tercero de primaria decirnos que el petróleo era nuestro, y que la nacionalización del petróleo era una hazaña en la que habían participado los mexicanos más pobres. “Fíjense, hasta blanquillos –porque no decía huevos– le llevaron al general Cárdenas y a doña Amalia para pagar la deuda.” Deduje que el petróleo nos construía como nación, que el petróleo era parte de nuestra identidad y que México se cubriría de pozos petroleros como los que alguna vez vi arder en la noche al pasar por carretera frente a Minatitlán.

Ver esos altos chorros de luz gaseosa contra un cielo negro daba miedo, había algo diabólico en esa fuerza, algo inexplicable que hizo decir a López Velarde que los veneros del petróleo los escrituró el diablo.



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LA PRIVATIZACIÓN DE PEMEX: UN CRIMEN DE LESA PATRIA

GRUPO SUR
PEMEX es la empresa más rentable de México. Los ingresos derivados del petróleo representan alrededor del cincuenta por ciento del presupuesto federal. Se trata de una gigantesca fuente de riquezas que siempre ha despertado el apetito de intereses privados de dentro y de fuera. La expropiación de la industria petrolera decidida por Lázaro Cárdenas buscaba convertirla en un puntal del desarrollo del país. La riqueza petrolera bien empleada es una palanca para nuestro futuro y factor de nuestra independencia.



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CALDERÓN Y SU CONTRARREFORMA

LUIS LINARES ZAPATA
Al enviar su iniciativa petrolera, Calderón desata una crisis legislativa, social y política de gran calado. Azuza, con fingida valentía, la ya de por sí profunda división de los mexicanos de ayer y hoy. Las cinco vertientes de su propuesta conforman un sólido propósito entreguista y privatizador. Se malquista, de manera por demás tajante y rebuscada, con el espíritu y la letra constitucionales. Esta vez la derecha, formada por el trabuco PRIAN, ha ido demasiado lejos en sus ambiciones. Contrariar de esta violenta manera enraizados sentimientos populares no será una acometida impune.

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“En niño dios te escrituró un establo y los veneros de petróleo el diablo.” Ramón López Velarde, La suave Patria

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sábado, 19 de abril de 2008

ESTUPIDA Y VERGONZANTE CAMPAÑA DE ODIO CONTRA AMLO.

“Estúpida y vergonzante” nueva campaña de odio contra AMLO

■ Reprueban intelectuales espot que lo compara con Hitler y Huerta
“Estúpida y vergonzante” nueva campaña de odio contra AMLO

■ Es una orgía de la venganza pueril, advierte Carlos Monsiváis

■ Se trata, una vez más, de la política del miedo, señala Poniatowska

Á. Vargas, F. Camacho, A. Jiménez y E. Montaño



El poeta Juan Bañuelos y los escritores Carlos Monsiváis y Paco Ignacio Taibo II, entre los intelectuales que rechazan que nuevamente se recurra a campañas de odio El poeta Juan Bañuelos y los escritores Carlos Monsiváis y Paco Ignacio Taibo II, entre los intelectuales que rechazan que nuevamente se recurra a campañas de odio Foto: Cristina Rodríguez y Luis Humberto González

De abyecta, estúpida y vergonzosa califican intelectuales la nueva “campaña de odio” emprendida contra Andrés Manuel López Obrador, mediante la transmisión de un espot televisivo en el que se le compara con Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Augusto Pinochet y Victoriano Huerta.

“Este comercial de la ignominia ofende lo que queda del proceso democrático”, sostiene el escritor Carlos Monsiváis, mientras su colega Elena Poniatowska afirma que “se trata, una vez más, de la política del miedo” ante la defensa que el líder social hace del petróleo. En tanto, el poeta Juan Bañuelos asegura que esta campaña es la evidencia del derechismo al tope: “estamos volviendo a la época de Santa Anna”.Leer mas

viernes, 18 de abril de 2008

LA PRIVATIZACION PETROLERA: EL INICIO, LORENZO MEYER.

La privatización petrolera: el inicio­, por Lorenzo Meyer

por Lorenzo Meyer­
(publicado en Reforma el 17 de abril de 2008)

­El logro del presidente Lázaro Cárdenas de 1938 está en duda con el debate-iniciativa del gobierno sobre el artí­culo 27 constitucional­

Antecedentes necesarios­
Los clásicos creí­an que la historia se moví­a en ciclos. Por lo que al petróleo mexicano se refiere, tení­an razón. Hoy volvemos a iniciar, con variantes, claro está, el ciclo que se inició a fines del siglo XIX. Estamos de regreso a los tiempos de don Porfirio.

Lo que hoy se encuentra en el centro de nuestro debate y conflicto polí­tico no es la privatización de la industria petrolera al estilo Teléfonos de México, eso simplemente ya no es polí­ticamente viable. Lo que está en juego con la iniciativa de ley presentada por el gobierno el 8 de abril es hasta qué punto es compatible la ampliación del campo de la inversión privada en la industria petrolera que desea Felipe Calderón con la letra y, sobre todo, con el espí­ritu del artí­culo 27 constitucional, teniendo en cuenta que ese espí­ritu nació y se nutrió del choque de la Revolución Mexicana con las empresas petroleras extranjeras.­Leer mas

jueves, 17 de abril de 2008

Agradecimiento

Guadalupe Loaeza
17 Abr. 08

Quiero empezar este texto agradeciendo a todos los lectores y lectoras que me hicieron el favor de escribirme abundantes correos (218) a propósito de mi texto titulado "2025", en el cual imagino a una abuela dialogando con su nieto en relación con sus evocaciones respecto a la crisis que se había dado 17 años atrás, es decir en el 2008, alrededor de la privatización del petróleo. Sinceramente nunca imaginé que su contenido meramente fantasioso, especulativo y futurista provocara tanto enojo y polémica. Reconozco que se trataba de un tema de suyo complejo y espinoso, especialmente en estos momentos en que la izquierda ha solicitado un debate nacional al que hay que darle todo el tiempo que se requiera, es decir, más de los 50 días en los que estuvo de acuerdo el Congreso de la Unión.

Así como siempre celebraré la participación por parte de los lectores haciendo uso de su libre expresión, ya sea en términos positivos o negativos respecto a mi trabajo, en esta ocasión lamenté con mucha tristeza la violencia, la maldad y hasta el odio con que muchos de estos correos fueron escritos. Además de irreflexivos, no tenían nada que ver con un debate serio, articulado, con una confrontación de ideologías que hubiera sido muy agradecible. Se diría que muchos de estos lectores o lectoras ni siquiera habían leído mi columna, ya que solamente se centraban en ataques personales (pendeja, cursi, desvergonzada, estúpida, repugnante, deleznable, idiota, chilanga, naca e inculta, "más que de la bolita, te operaron de la cabeza", hipócrita, incongruente, falsa, traumada, pseudointelectual, pésima escritora, etcétera, etcétera). Lo más curioso de todo era que algunos mensajes se parecían mucho entre sí, como si hubieran sido escritos por la misma persona, pero con otra firma. Éstos eran los más violentos, los más cargados de una agresión totalmente desproporcionada. Por ejemplo Fernanda me escribió: "Oye, Lupis, ¿no te cuesta trabajo ser una negación eterna de ti misma? Mejor acéptate como la pendeja niña bien que eres y ya deja de molestarnos. ¿Intelectual tú?, ¿escritora tú? Jua, jua. Eso déjalo a la gente que piensa y mejor vete de compras. En serio, reina, ya no jodas". Alex me mandó el siguiente correo: "¡No mameyes en tiempo de melones! muy jalado de los pelos tu sueño guajiro chula de plano el peje te tiene muy caliente, ya desahogate de otra forma por ejemplo puedes utilizar tu manita ahí echale imaginación mejor a eso" (sic). Por su parte Arcángel me dice: "Pinche Lupe, no mames, mejor dedícate a escribir en Vogue o GQ, o la Revista Hola. Serías una excelente relatora de sociales, comentando los modelitos de las señoronas esposas y amantes de los ricos y poderosos, luciendo como tu dices las mascadas Hermés, o un conjunto divino de Armani, o tal vez Louis Viton, o algunas zaptillas de Prada, esas fatuidades si que te quedan, además de que van con tu personalidad, no me salgas ahora con que eres intelectual y de izquierda..." (sic). Y por último me gustaría citar a Alberto, quien ejemplifica perfectamente el espíritu totalmente machista y misógino con el que fueron escritos muchos de estos correos en su mayoría por hombres: "Loaeza estás en las últimas. Satisfaze tus ansias sexuales tu solita, pero en tus genitales. No te engañes: el peje es un peligro para México" (sic).

¿Y toda esta agresión porque expresé honestamente lo que pensaba? ¿Porque como cualquier ciudadana mexicana estoy genuinamente preocupada por mi país? ¿Porque le temo a la derecha? ¿Porque no me convence el gobierno panista? Y, ¿porque quiero a mi país? ¿No les parece un poquito injusto? ¿Acaso todos esos correos escritos con tanta violencia no son un espejo del país que estamos viviendo actualmente? Por todo esto, ahora, más que nunca, estoy convencida de que se requiere un debate de ideas y no de agresiones. Un debate articulado en el que se puedan entender las posturas diversas, escuchar al que piensa distinto; esta polarización que padecemos es un reflejo más de cómo está el país. ¿No es acaso el mejor momento de hablarnos y escucharnos en lugar de insultarnos?

Lo que más me reprochan mis detractores es que me pueda considerar una intelectual. Ciertamente no soy una intelectual. No tengo la formación de una intelectual. No pretendo ser una intelectual. No me siento una intelectual. Al contrario, reconozco todas mis limitaciones. Siempre he dicho y repetido que soy autodidacta. Comencé a escribir y a publicar por puritito azar hasta los 38 años. Pero si algo me enorgullece es que vivo de mi trabajo, vivo de lo que escribo, no vivo de prebendas, ni mucho menos de dádivas, como algunos lectores me han llegado a decir. No pretendo ser poseedora de la verdad. No soy politóloga. No soy experta en el tema petrolero. No vivo ni en Las Lomas ni en Polanco. No quiero irme a vivir a Francia. Si efectivamente aparezco en la lista del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, como son Carlos Monsiváis, Margo Glantz, Sergio Pitol, Lorenzo Meyer, Luis Javier Garrido, Elena Poniatowska, por mencionar algunos, es porque coincido plenamente con ellos. Coincido en que todos los mexicanos debemos de participar en este debate nacional pero que "para que el debate sea efectivamente nacional y efectivamente local requiere de la intervención de la radio y la televisión. Sin esto sería un diálogo entre expertos, o inexpertos, sin las repercusiones mínimas, salvo, como se ha visto, el saqueo de los recursos nacionales", como dice uno de los puntos de nuestro desplegado más reciente. Porque no hay duda de que "estos días se han distinguido por sólidas y lamentables campañas de odio y por la personalización al extremo del conflicto. Nos importa sobremanera destacar que el centro y la razón de todo es el carácter de la reforma del cual dependerá gran parte del destino próximo de México". Todo lo anterior tiene que ver con un proceso de ciudadanización "que va de lo que no se nos ha permitido conocer a lo que necesitamos saber para ser parte activa y no meramente contemplativa o rezongona de la nación".

Por último, quiero compartir con mis lectores y lectoras (aunque ya no me quieran) una reflexión que surgió precisamente del Comité de Intelectuales (la única que no es soy yo): "Privatizar, con el nombre que se le quiera dar, es despojo triple: a la gran herencia de la soberanía, a la nación de hoy y a las generaciones siguientes. Oponerse a la privatización del petróleo es sustentar las realidades y las esperanzas en la ley".

Gracias por leerme.


Correo electrónico: gloaeza@yahoo.com

EL MENSAJE Y LAS INICIATIVAS. JORGE EDUARDO NAVARRETE.

Jorge Eduardo Navarrete
El mensaje y las iniciativas

Reunidos hasta ahora, un diagnóstico, un mensaje y cinco iniciativas de reforma (aunque parece estar pendiente una sexta, sobre la Ley Federal de Derechos, a la que aludió el secretario de Hacienda) constituyen parte de los materiales básicos para el amplio debate nacional que debe preceder e informar cualquier decisión legislativa que afecte a Petróleos Mexicanos. Para éste, hay que ampliar el horizonte y traer a la mesa otros enfoques, otras opciones y otras propuestas sobre la reforma del organismo; sobre el conjunto y los componentes del sector de la energía; sobre la economía y la sociedad a cuyos intereses sirven, y sobre el entorno mundial en que se insertan.Leer mas

Los veneros de petróleo que nos dio el Diablo III

FERNANDO DEL PASO

La exigencia de un debate nacional es legítima, pero nada o poco tendrá de nacional si no es escenificado y difundido en los dos medios más poderosos y de mayor alcance de nuestro país, Televisa y Televisión Azteca. Mucho me temo que la pluralidad de voces sólo contribuya a una confusión aun mayor. Pero esta aspiración, reitero, es legítima. El gobierno debe intervenir en forma directa para que esto se logre, y a las dos televisoras se les presenta una muy valiosa oportunidad de demostrar su voluntad de cooperar en la discusión de uno de los problemas más graves a los que hoy se enfrenta nuestro país.

El bloqueo de las instalaciones del Senado por las adelitas, una protesta cívica pacifista –y sabia: un conjunto constituido únicamente por mujeres inhibirá cualquier tentación de una represión violenta– fue, en un principio, justificable: una vez presentada al Senado la propuesta del presidente Felipe Calderón, se temió que ésta fuera aprobada al vapor, y se eliminara así la posibilidad que la voz de la oposición fuera debidamente escuchada y tomada en cuenta. Sin embargo, tal vez ese temor era infundado. En el tercer programa de Canal 11, y según creí entender, cuando el moderador Ezra Shabot insinuó la posibilidad de que el Congreso prolongara con una sesión extraordinaria la sesión ordinaria actual (que se termina este mes de abril y que se reanudará hasta septiembre) con objeto de tratar a fondo la iniciativa de reforma de la industria del petróleo presentada por la Presidencia, el señor Graco Ramírez, senador por el PRD, respondió que en septiembre se podrá discutir con más calma y que no se debe actuar con prisa. Los otros dos señores legisladores, Fernando Elizondo Barragán, del PAN, y José Ascensión Orihuela, del PRI, guardaron silencio.

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AGENDA CIUDADANA . DON LORENZO MEYER.

Agenda Ciudadana
Lorenzo Meyer
La privatización petrolera: el inicio
Jueves, 17 de Abril de 2008

ANTECEDENTES NECESARIOS

Los clásicos creían que la historia se movía en ciclos. Por lo que al petróleo mexicano se refiere tenían razón. Hoy volvemos a iniciar, con variantes, claro está, el ciclo que se inició a fines del siglo XIX. Estamos de regreso a los tiempos de don Porfirio.

Lo que hoy se encuentra en el centro de nuestro debate y conflicto político no es la privatiza de la industria petrolera al estilo Teléfonos de México, eso simplemente ya no es políticamente viable. Lo que esta en juego con la iniciativa de ley presentada por el gobierno el 8 de abril, es hasta que punto es compatible la ampliación del campo de la inversión privada en la industria petrolera que desea Felipe Calderón con la letra y, sobre todo, con el espíritu del artículo 27 constitucional, teniendo en cuenta que ese espíritu nació y se nutrió del choque de la Revolución Mexicana con las empresas petroleras extranjeras. Leer mas

miércoles, 16 de abril de 2008

INTELECTUALES EXPRESAN CONSIDERACIONES SOBRE LA REFORMA PETROLERA

Al Poder Legislativo, a la opinión pública:

Ante un triunfo de la civilidad, la saludable aceptación en el Congreso de la Unión de la propuesta del debate nacional del Frente Amplio Progresista sobre los temas energéticos, queda señalar algunas certidumbres y sugerencias:

El debate necesita el tiempo justo y el primer debate debe ser sobre cuál es el tiempo justo.

Estos días se han distinguido por sólidas y lamentables campañas de odio y por la personalización al extremo del conflicto. Nos importa sobremanera destacar que el centro y la razón de todo es el carácter de la reforma, del cual dependerá gran parte del destino próximo de México. Aunque ningún debate lo signifique todo, este, ya propuesto y aceptado, sí clarificará lo suficiente las condiciones de la reforma a Pemex. No sólo hay que darle tiempo al debate, hay que negárselo a las descalificaciones tan innecesarias, y hacerlo todo en el clima de serenidad exigible y evidente. Las razones trascienden siempre a las presiones, y este es nuestro compromiso.

Es indispensable que no sólo el Poder Legislativo, encargado de la última forma legal del proyecto, sino la sociedad civil en sus muy variados sectores, discuta y adquiera, durante el debate, muchísimos elementos de juicio, hasta ahora monopolizados por quienes creen monopolizar a los expertos. Como se ha probado, expertos los hay en ambos lados de la polémica, y a ellos les corresponderán los cuestionamientos centrales, pero a todos nos corresponde participar, en la medida de nuestras posibilidades, en el proceso de ciudadanización que va de lo que no se nos ha permitido conocer a lo que necesitamos saber para ser parte activa y no meramente contemplativa o rezongona de la nación.

Para que el debate sea efectivamente nacional y efectivamente local requiere de la intervención de la radio y la televisión. Sin esto sería un diálogo entre expertos, o inexpertos, sin las repercusiones mínimas, salvo, como se ha visto, el saqueo de los recursos nacionales.

La experiencia histórica impulsa la exigencia de tiempo justo para el debate. Hemos visto y lo hemos resentido profundamente cómo, de qué forma, al arrinconar a la ciudadanía y al concentrar todo en unos cuantos delegados de todavía menos personas, se cometen atentados auténticos como el Fobaproa, el IPAB, el rescate de las carreteras y demás privatizaciones. ¡Cómo hubiera hecho falta un debate nacional en torno al Fobaproa!

Un resultado positivo ya innegable: se vive en el orden nacional y como exigencia inaplazable la exigencia de debates que contrarresten y trasciendan el desánimo y el aplazamiento de la ciudadanización. Ese vigor comunitario no debe perderse. Ir al debate en los tiempos que el debate mismo exige es un procedimiento civilizado y racional.

Atentamente.

Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Margo Glantz, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Adolfo Sánchez Rebolledo, Enrique Semo y Héctor Vasconcelos

PEMEX, POR ELENA PONIATOWSKA

Desde niña, en los cuarentas, oí a la maestra de tercero de primaria decirnos que el petróleo era nuestro y que la nacionalización del petróleo era una hazaña en la que habían participado los mexicanos más pobres. “Fíjense, hasta blanquillos (porque no decía huevos) le llevaron al general Cárdenas y a doña Amalia para pagar la deuda”. Deduje que el petróleo nos construía como nación, que el petróleo era parte de nuestra identidad y que México se cubriría de pozos petroleros como los que alguna vez vi arder en la noche al pasar por carretera frente a Minatitlán.
Ver esos altos chorros de luz gaseosa contra un cielo negro daba miedo, había algo diabólico en esa fuerza, algo inexplicable que hizo decir a López Velarde que los veneros del petróleo los escrituró el diablo.
El pozo petrolero era un símbolo y según la seño Velásquez, su gas incendiario debía arder en cada uno de nosotros para alimentar a la patria.
Ahora oigo hablar de privatización, despojo, asociación con empresas trasnacionales, exploración y explotación en aguas profundas, reforma energética, venta de garaje, rectoría del Estado sobre hidrocarburos, estrategias perversas, problemas estructurales, desestabilización, robo, corrupción, costos políticos, asociación con el capital privado, quiebra de PEMEX. Como nunca, PEMEX está hoy en el tapete de las discusiones y las amas de casa hablamos del precio del barril del petróleo, de cómo desarrollar nuestro potencial petrolero, de que la venta de PEMEX nos concierne a todos e impedirlo es nuestro desafío. No es que sepamos, es que somos parte de los miles y miles de ciudadanos que salimos a la calle como lo hicimos el martes 25 de marzo a manifestarnos y a proclamar que PEMEX es una empresa pública y es vital para nuestro futuro.
¿Cuál es nuestra fuerza? Es inexplicable como es inexplicable que miles de ciudadanos llenemos el Zócalo al llamado de AMLO. ¿Qué somos? ¿Quiénes somos? Una fuerza moral, la misma que hace 70 años aportó gallinas, blanquillos y centavos liados en un pañuelo para la nacionalización del petróleo que abrió un capítulo esperanzador en la historia de México. No fuimos nosotros los malos administradores sino el mal gobierno que después del mandato de Lázaro Cárdenas confundió la palabra gobernar con el tráfico de influencias. Nuestra presencia es en sí una estrategia y es ella la que llama al debate e influye en quienes hoy nos mandan. Nuestra presencia es en sí una defensa del petróleo y de ésa defensa –a través de grandes movilizaciones que obviamente pesan en la vida pública- depende el futuro de nuestra nación: México.
Seguiremos en la batalla y seguiremos convocando a los mexicanos de todos los días, a los mexicanos de la calle, a los que no son ni especialistas, ni académicos, ni funcionarios a manifestarse en defensa del petróleo. Iba yo a escribir que el petróleo es nuestra máxima riqueza, pero no, nuestra riqueza la constituimos los manifestantes en la plaza pública que decimos NO a la privatización.

Los veneros de petróleo que nos dio el Diablo II

FERNANDO DEL PASO

“La nacionalización del petróleo, simbolizada en el manejo absoluto de la industria por Petróleos Mexicanos, está herida de muerte…” “…cuando se está abriendo la puerta franca a los capitalistas y tiburones de las finanzas mexicanas, éstos [los mexicanos] les abrirán a aquellos [los extranjeros] el camino, sirviéndoles de pantalla”.

Estas palabras pertenecen a un artículo publicado en el mismo número de la revista Forma antes mencionada, fueron escritas hace más de 60 años por Narciso Bassols como una crítica a la propuesta hecha al Congreso por el presidente Ávila Camacho, en el sentido de hacer reformas a la Ley del Petróleo entonces en vigor.

Bassols agrega: “…carece por completo de justificación el Presidente de la República al decir que el cambio simplemente consiste en que ahora la colaboración privada debe realizarse dentro de formas jurídicas diversas de la concesión”.

Vemos así que el propósito de privatizar Pemex, o al menos parcialmente, nació casi al día siguiente de la nacionalización.


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martes, 15 de abril de 2008

Los veneros de petróleo que nos dio el Diablo

FERNANDO DEL PASO
Con esta contribución me incluyo y me retiro al mismo tiempo del llamado debate sobre el petróleo. En un programa difundido la semana pasada en el Canal 11, el senador por el PRD Graco Ramírez afirmó –cito de memoria– que la gran mayoría de los mexicanos tiene una opinión definida sobre el futuro del petróleo en México. Es probable que, sin embargo, yo no pertenezca a esa gran mayoría: me retiro porque no tengo la capacidad, o en otras palabras, la preparación, los estudios necesarios para opinar sobre las implicaciones tecnológicas y económicas de una reforma energética. Coincido con lo que dijo Manuel Bartlett Díaz en la revista Forma del mes de enero-febrero de este 2008: “Nadie sabe qué es la reforma energética y todos saben qué es la reforma energética”.

Sí pertenezco, en cambio, a esa mayoría total –quiero pensar que lo es– de mexicanos que estamos dispuestos a defender a ultranza nuestro petróleo. ¿Quién no lo está? Pero pertenecer a esta mayoría, y formar parte de un grupo selecto en el que se mezclan simples novelistas –como un servidor– con expertos en politología, historia y economía, es otra cosa. En este caso, pienso que el escritor queda en desventaja. O al menos yo, por mi ignorancia.


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RESPUESTAS AL AUDIO DE LA CONFERENCIA DEL DR. MEYER.

EXCELENTE AUDIO DE LA CONFERENCIA IMPARTIDA POR EL DR. MEYER.

PALABRAS DE DON LORENZO MEYER EN EL ZOCALO.

lunes, 14 de abril de 2008

¿EL DEBATE NACIONAL? TERCERA CARTA DEL COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO

Hoy se presentó, finalmente, el proyecto de Felipe Calderón para la reforma energética. Aún no se conoce el texto, pero ya Calderón, en su mensaje a la nación, se ha encargado de depositar sus beneficios en cada uno de los hogares. El reparto de los bienes antes de saber siquiera cómo piensan obtenerlos. Pero el asunto no es cómo se organizarán las expediciones de los dueños de los bonos a las aguas profundas, sino cómo se va a proceder con el debate, en el que todos parecen estar de acuerdo, pero que Calderón lo suprimió en su mensaje y todavía se ignoran las difíciles reglas del juego. El asunto no es coyuntural, es primordial para la República y para la identificación de patriotismo con patrimonio nacional, y por eso, la prisa mostrada por el sector de Acción Nacional y exigida por Felipe Calderón, no lleva a ningún lado, a menos que se confunda el darle la voz a unos cuantos a puerta cerrada con la discusió n libre y amplia que el tema y la ciudadanía merecemos.
¿Qué es el debate necesario sobre la privatización del petróleo? Es la primera gran oportunidad de que la sociedad nacional delibere sobre su gran recurso de economía y desarrollo; es el intercambio de juicios de expertos, que se acompañen de documentos probatorios; es el ejercicio de participación (opiniones y juicios) en el tema en donde todos somos lo suficientemente expertos como para saber qué le conviene y qué no a la nación, porque lo contrario sería, antes de intentar privatizar el petróleo, privatizar la decisión y, por tanto, expulsar a la inmensa mayoría de la toma de decisiones en uno de los hechos que más le afectan.
¿Cuáles son las vías para el debate? La primera es subrayar la importancia de darle a la soc iedad los elementos de juicio que se le han negado históricamente (“no van a entender, es muy complicado”) y eso exige una reflexión colectiva y personal no sujeta a los tiempos legislativos.
La segunda vía es la elección de medios en dónde desplegar las discusiones. Esos medios tienen que ser por fuerza el canal del Congreso, los canales de televisión privada, la red nacional de radioemisoras y la prensa regional y nacional. Esto no es pedir demasiado porque la persuasión, el estar convencido a través de los hechos, es el gran elemento de equilibrio de la República. Corresponde al gobierno federal presentar el proyecto complementario: cómo deben darse los diálogos, de qué manera evitar los monólogos y de qué tiempos se dispondrá. Hoy, estar de espaldas al pueblo es de manera estricta estar de espaldas a televidentes, radioescuchas y lectores.
La tercera vía es la selección de las fuerzas que deben intervenir. Por supuesto, además de los partidos políticos, necesitan hacer uso de sus razones los sectores cuya actividad profesional los vincula a la industria petrolera (nadie niega la presencia de la iniciativa privada en el sector energético, pero se ha rechazado justamente el cambio del artículo 27 constitucional), los movimientos sociales, los grupos de la sociedad civil, las universidades y los centros politécnicos, los grupos indígenas, los trabajadores petroleros. A cada uno de estos grupos y sectores, le corresponderá nombrar a sus representantes.
(A este respecto, vale la pena mencionar lo dicho por Felipe Calderón, que aseguró que esta vez sí va a haber rendición de cuentas y finalizará la corrupción. Es muy interesante que de manera no tan im plícita se reconozca que el primer gobierno de Acción Nacional permitió o fomentó la corrupción, tan representada según la opinión pública por el sindicato de Pemex y su líder Carlos Romero Deschamps, tan elogiado directamente por Calderón).
La cuarta vía tiene que ver con las maneras de indagar las respuestas al debate. Se puede optar por las encuestas y queda abierto el camino del referéndum, pero no se puede dar por concluido el debate sin enterarnos de sus repercusiones sociales.
La mejor manera de incorporar las preocupaciones graves y las desconfianzas profundas a propósito de la reforma energética, es abrir cauces civilizados y democráticos. En este caso, el primero de ellos es un debate nacional sistemático y sólido. Esto alejará la tentación de la violencia oficial, históricamente siempre precedida por sus redes de provocación.
Por el Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo
Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Jorge Eduardo Navarrete, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Fernando del Paso, Héctor Díaz Polanco, Margo Glantz, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Héctor Vasconcelos.

HACIA EL DEBATE: EL DIAGNÓSTICO. SEGUNDA CARTA DEL GRUPO DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO.

l diagnóstico sobre la situación de Pemex presentado por la Secretaría de Energía y el director de la paraestatal ha cumplido su cometido inicial: fuera de sus autores, no ha convencido a nadie. El Frente Amplio Progresista negó puntualmente la veracidad de sus datos y la lógica, si alguna, de sus conclusiones. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) calificó de catastrofista, y por tanto, de mentiroso, el documento. El mismo gobierno de Calderón no atendió a sus poderes persuasivos y pasó de inmediato a la amenaza, ya seguro de que no persuadiría. El secretario de Hacienda declaró: Si no hay reforma energética subiremos los impuestos o recortaremos el gasto. Es decir, si no nos obedecen la pasarán muy mal ahora, y sus descendientes la pasarán mucho peor ya sin el peso del patrimonio nacional sobre sus espaldas. Y el presidente de México de 2000 a 2006, líder moral del Partido Acción Nacional (PAN) sentenció: “Es increíble la resistencia que todavía hay en México para derrocar el monopolio de la energía y asociarlo con inversión privada para atraer las inversiones” (28 de marzo de 2008). Y vaya que Vicente Fox hizo lo posible por “derrocarlo”.El diagnóstico convincente y veraz sigue haciendo más falta que nunca. En nuestro carácter de ciudadanos atentos al proceso económico y social del que tanto depende el país, insistimos en el debate, seguros de que éste no sólo consiste en el intercambio de puntos de vista tajantes. Por debate entendemos la confrontación de tesis y realidades en un nivel nacional. Eso exige el traslado de las discusiones a los medios electrónicos, una vez que se establezcan las reglas del intercambio de puntos de vista.Al respecto, la secretaria Kessel afirmó: “Si la población mexicana rechaza la inclusión de inversión privada en Pemex el gobierno respetará y asumirá esa decisión”. Luego agrega, en plena debacle conceptual: “Cuando digo los mexicanos, digo la población que tenemos un grupo de representantes que hemos votado por ellos para que representen nuestros intereses en el Congreso”. No, cuando dice “la población mexicana” no dice el Congreso, donde nos representan los representantes; dice todos los ciudadanos mexicanos representados representadamente o no. De otro modo, la argumentación sería: “Si el Congreso rechaza etcétera”. Entre contradicciones, la secretaria se acercó a un hecho incontrovertible. De no posponer esa decisión a julio de 2012, la única forma para verificar en este tiempo el rechazo es el referéndum. Es agradecible el lapsus triunfal de Kessel y aguardamos su propuesta detallada en torno al referendo. Mientras, ratificamos nuestra certidumbre: no a la privatización y a las formas engañosas con que se presente. Sí al debate.Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo: Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Jorge Eduardo Navarrete, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Fernando del Paso, Héctor Díaz Polanco, Margo Glantz, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Héctor Vasconcelos, Javier Wimer

CONTRA LA PRIVATIZACION DEL PETROLEO

Privatizar, con el nombre que se le quiera dar, es despojo triple: a la gran herencia de la soberanía, a la nación de hoy y a las generaciones siguientes.
Oponerse a la privatización del petróleo es sustentar las realidades y las esperanzas en la ley.
Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo. José Emilio Pacheco, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Fernando del Paso, Enrique González Pedrero, José María Pérez Gay, Lorenzo Meyer, Margo Glantz, Arnaldo Córdova, Rolando Cordera, Hugo Gutiérrez Vega, Laura Esquivel, Guadalupe Loaeza, Ida Rodríguez Prampolini, Héctor Vasconcelos, David Ibarra, Carlos Payán, Luis Javier Garrido, Carlos Pellicer y Enrique Semo

domingo, 13 de abril de 2008

Normal y constitucional, pero política

Rolando Cordera Campos


Como ha dicho Cuauhtémoc Cárdenas, en sus términos la iniciativa de Calderón para reformar Pemex es inaceptable. Lleva a contravenir y violar la Constitución y pone en peligro de abierta ruptura lo que queda del pacto que nos ha permitido sobrevivir como nación y alimentar sueños realistas de renovación democrática. Así de grave es la situación creada por la forma y el fondo de las propuestas presidenciales del martes, y así de firme debe ser la respuesta de los legisladores mexicanos y de sus partidos. Si de reformar se trata, hay veredictos históricos que respetar porque nos comprometen a todos, más allá de banderías políticas y ensueños ideológicos y, ahora, hay condiciones que cuidar y atender si además se quiere que la reforma refuerce y no violente el acuerdo democrático mínimo a que hemos podido llegar en estos duros y espesos años de tránsito.Leer mas

PEMEX, empresa nacional

Arnaldo Córdova
13 de abril

Desde los tiempos del presidente Carranza, todos aquellos que colaboraron en la elaboración de nuestra rica legislación petrolera hasta los años del cardenismo, siempre pensaron en hacer efectiva, de un modo u otro, la doctrina constitucional de la propiedad nacional del subsuelo. A casi todos ellos les vino a la mente la necesidad de, un día, fundar una empresa petrolera que fuera del Estado revolucionario y que pudiera, no obstante el dominio abrumador de las empresas extranjeras en la industria, presentarse como competidora eficaz en la explotación de nuestros hidrocarburos. Abundan las sugerencias y hasta los proyectos claros. Leer mas

viernes, 11 de abril de 2008

Fuera de foco

Víctor Flores Olea

Resulta casi increíble que el mensaje de Felipe Calderón el martes por la noche se transmitiera por las televisoras “en cadena nacional” con ese grado de imperfección visual: de hecho con un “fuera de foco” que no es difícil asociar al contenido mismo de las iniciativas que, para decirlo sintéticamente, desvanecen de entrada el triunfalismo de las palabras de su autor. Leer mas

domingo, 6 de abril de 2008

De regreso y de bajada

Rolando Cordera Campos

Las recomendaciones de banqueta para la reforma energética que saltan de los salones a la prensa diaria, dan cuenta de la vitalidad del tema, así como de la pobreza de ideas en que se debate nuestra política. Suponer que con una súbita adopción de tales recetas nos ponemos del otro lado y podemos empezar a gastarnos las rentas, es una suposición tentadora, pero falsa. No ayuda a esclarecer los términos del debate y no nos lleva a ninguna parte en la política y la estrategia que debe adoptar el Estado para exorcizar los espectros de la penuria y de la dilapidación del recurso natural con los que el gobierno busca justificar su equívoca y espectral propuesta.Leer mas

¿Cuál diagnóstico?

Arnaldo Córdova

El Diagnóstico: situación de Pemex, que la Secretaría de Energía y Pemex entregaron a los grupos parlamentarios el pasado fin de semana, tiene la muy notable peculiaridad de que no diagnostica nada, se limita a señalar algunas dolencias de la empresa nacional, se atreve a sugerir que su régimen fiscal sea modificado y, lo peor de todo, no nos proporciona información que nuestros expertos no nos hubieran ya dado antes. Un diagnóstico es la calificación experta de una enfermedad, que sugiere, por sí misma, el tratamiento. Todo el que se tome el trabajo de leer las 128 páginas del documento, verá que no hay tal.Leer mas

jueves, 3 de abril de 2008

Falacias

Jorge Eduardo Navarrete

Después de haber demorado el diagnóstico tan anunciado, no quisieron esperar a un día hábil para propalarlo. Quizá porque a los funcionarios les place mostrar que sacrifican sus asuetos, convencidos de hacerlo por la Patria, con mayúscula desde luego. Apareció la víspera del último día laborable de marzo, cuando faltaban 22 para la conclusión del actual periodo de sesiones de la legislatura. Diagnóstico: situación de Pemex es un documento de 127 páginas, que se acompañó de un “resumen ejecutivo” de 22. Aun de la primera lectura resulta claro que se optó por un enfoque descriptivo, que presenta la situación del organismo como una cuestión de hecho, inapelable. Habría sido mejor un diagnóstico analítico que, además de retratar la realidad, examinase cómo y por qué se llegó a ella. Sin el análisis, parece postularse que la situación de los yacimientos y su explotación, de la refinación, de la industria petroquímica, del transporte y distribución y de la administración proviene de una suerte de fatalidad, de que las cosas no habrían podido ser de otro modo. Este procedimiento tiene dos ventajas. Por un lado, evita la autocrítica: las cosas son como son, sin responsabilidad de nadie. Por otro, apuntala una conclusión preconcebida: lo que se requiere es permitir “esquemas modernos y efectivos de colaboración con terceros”. Sin examinar el pasado, se intenta definir la prospectiva. Por ello, buen número de las recomendaciones de política suenan huecas: basadas en un examen insuficiente o de plano inexistente de los factores que condujeron a la situación actual y derivadas de preferencias cuya motivación política e ideológica se torna transparente. En una primera aproximación, subrayo algunas de sus más notorias falacias. Leer mas