jueves, 17 de abril de 2008

Agradecimiento

Guadalupe Loaeza
17 Abr. 08

Quiero empezar este texto agradeciendo a todos los lectores y lectoras que me hicieron el favor de escribirme abundantes correos (218) a propósito de mi texto titulado "2025", en el cual imagino a una abuela dialogando con su nieto en relación con sus evocaciones respecto a la crisis que se había dado 17 años atrás, es decir en el 2008, alrededor de la privatización del petróleo. Sinceramente nunca imaginé que su contenido meramente fantasioso, especulativo y futurista provocara tanto enojo y polémica. Reconozco que se trataba de un tema de suyo complejo y espinoso, especialmente en estos momentos en que la izquierda ha solicitado un debate nacional al que hay que darle todo el tiempo que se requiera, es decir, más de los 50 días en los que estuvo de acuerdo el Congreso de la Unión.

Así como siempre celebraré la participación por parte de los lectores haciendo uso de su libre expresión, ya sea en términos positivos o negativos respecto a mi trabajo, en esta ocasión lamenté con mucha tristeza la violencia, la maldad y hasta el odio con que muchos de estos correos fueron escritos. Además de irreflexivos, no tenían nada que ver con un debate serio, articulado, con una confrontación de ideologías que hubiera sido muy agradecible. Se diría que muchos de estos lectores o lectoras ni siquiera habían leído mi columna, ya que solamente se centraban en ataques personales (pendeja, cursi, desvergonzada, estúpida, repugnante, deleznable, idiota, chilanga, naca e inculta, "más que de la bolita, te operaron de la cabeza", hipócrita, incongruente, falsa, traumada, pseudointelectual, pésima escritora, etcétera, etcétera). Lo más curioso de todo era que algunos mensajes se parecían mucho entre sí, como si hubieran sido escritos por la misma persona, pero con otra firma. Éstos eran los más violentos, los más cargados de una agresión totalmente desproporcionada. Por ejemplo Fernanda me escribió: "Oye, Lupis, ¿no te cuesta trabajo ser una negación eterna de ti misma? Mejor acéptate como la pendeja niña bien que eres y ya deja de molestarnos. ¿Intelectual tú?, ¿escritora tú? Jua, jua. Eso déjalo a la gente que piensa y mejor vete de compras. En serio, reina, ya no jodas". Alex me mandó el siguiente correo: "¡No mameyes en tiempo de melones! muy jalado de los pelos tu sueño guajiro chula de plano el peje te tiene muy caliente, ya desahogate de otra forma por ejemplo puedes utilizar tu manita ahí echale imaginación mejor a eso" (sic). Por su parte Arcángel me dice: "Pinche Lupe, no mames, mejor dedícate a escribir en Vogue o GQ, o la Revista Hola. Serías una excelente relatora de sociales, comentando los modelitos de las señoronas esposas y amantes de los ricos y poderosos, luciendo como tu dices las mascadas Hermés, o un conjunto divino de Armani, o tal vez Louis Viton, o algunas zaptillas de Prada, esas fatuidades si que te quedan, además de que van con tu personalidad, no me salgas ahora con que eres intelectual y de izquierda..." (sic). Y por último me gustaría citar a Alberto, quien ejemplifica perfectamente el espíritu totalmente machista y misógino con el que fueron escritos muchos de estos correos en su mayoría por hombres: "Loaeza estás en las últimas. Satisfaze tus ansias sexuales tu solita, pero en tus genitales. No te engañes: el peje es un peligro para México" (sic).

¿Y toda esta agresión porque expresé honestamente lo que pensaba? ¿Porque como cualquier ciudadana mexicana estoy genuinamente preocupada por mi país? ¿Porque le temo a la derecha? ¿Porque no me convence el gobierno panista? Y, ¿porque quiero a mi país? ¿No les parece un poquito injusto? ¿Acaso todos esos correos escritos con tanta violencia no son un espejo del país que estamos viviendo actualmente? Por todo esto, ahora, más que nunca, estoy convencida de que se requiere un debate de ideas y no de agresiones. Un debate articulado en el que se puedan entender las posturas diversas, escuchar al que piensa distinto; esta polarización que padecemos es un reflejo más de cómo está el país. ¿No es acaso el mejor momento de hablarnos y escucharnos en lugar de insultarnos?

Lo que más me reprochan mis detractores es que me pueda considerar una intelectual. Ciertamente no soy una intelectual. No tengo la formación de una intelectual. No pretendo ser una intelectual. No me siento una intelectual. Al contrario, reconozco todas mis limitaciones. Siempre he dicho y repetido que soy autodidacta. Comencé a escribir y a publicar por puritito azar hasta los 38 años. Pero si algo me enorgullece es que vivo de mi trabajo, vivo de lo que escribo, no vivo de prebendas, ni mucho menos de dádivas, como algunos lectores me han llegado a decir. No pretendo ser poseedora de la verdad. No soy politóloga. No soy experta en el tema petrolero. No vivo ni en Las Lomas ni en Polanco. No quiero irme a vivir a Francia. Si efectivamente aparezco en la lista del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, como son Carlos Monsiváis, Margo Glantz, Sergio Pitol, Lorenzo Meyer, Luis Javier Garrido, Elena Poniatowska, por mencionar algunos, es porque coincido plenamente con ellos. Coincido en que todos los mexicanos debemos de participar en este debate nacional pero que "para que el debate sea efectivamente nacional y efectivamente local requiere de la intervención de la radio y la televisión. Sin esto sería un diálogo entre expertos, o inexpertos, sin las repercusiones mínimas, salvo, como se ha visto, el saqueo de los recursos nacionales", como dice uno de los puntos de nuestro desplegado más reciente. Porque no hay duda de que "estos días se han distinguido por sólidas y lamentables campañas de odio y por la personalización al extremo del conflicto. Nos importa sobremanera destacar que el centro y la razón de todo es el carácter de la reforma del cual dependerá gran parte del destino próximo de México". Todo lo anterior tiene que ver con un proceso de ciudadanización "que va de lo que no se nos ha permitido conocer a lo que necesitamos saber para ser parte activa y no meramente contemplativa o rezongona de la nación".

Por último, quiero compartir con mis lectores y lectoras (aunque ya no me quieran) una reflexión que surgió precisamente del Comité de Intelectuales (la única que no es soy yo): "Privatizar, con el nombre que se le quiera dar, es despojo triple: a la gran herencia de la soberanía, a la nación de hoy y a las generaciones siguientes. Oponerse a la privatización del petróleo es sustentar las realidades y las esperanzas en la ley".

Gracias por leerme.


Correo electrónico: gloaeza@yahoo.com

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