domingo, 3 de agosto de 2008

EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA CONSULTA

Arnaldo Córdova
El principio de legalidad y la consulta

Ha habido recientemente en este diario una pequeña polémica entre John Ackerman y José Woldenberg sobre el principio de legalidad. No puedo evitar tocar los argumentos que se esgrimieron, pero mi interés ve el principio de legalidad y su relación con la consulta cívica sobre la reforma petrolera, la cual tuvo su fundamento en el artículo 42 de la Ley de Participación Ciudadana del DF, que establece que el jefe de Gobierno y otras entidades de interés público podrán convocar a la ciudadanía para que se pronuncie sobre “cualquier tema que tenga impacto trascendental en los distintos ámbitos temáticos y territoriales en el Distrito Federal”.

El artículo 45 no tiene relevancia para el caso, pues sólo impone a la autoridad convocante informar “acerca del modo en que el ejercicio de sus funciones fue afectado por los resultados” de la consulta. Si eso quiere decir algo, no tiene nada que ver con la facultad de convocar.

Se alegó que el jefe de Gobierno no cumplió con esa disposición, porque convocó a pronunciarse sobre un tema que está fuera de la agenda señalada. La pregunta obligada es: ¿es que la reforma petrolera no es un tema que tiene impacto fundamental en los distintos ámbitos temáticos y territoriales en el DF? Se debe creer que nuestra ciudad capital está en Marte o no forma parte de esta República. Se alegó también que el jefe de Gobierno no tiene competencia en el asunto, no obstante que se trata de “una causa justa”. ¿Desde cuando la justicia es ajena al modo en que se interpreta y aplica el derecho?

El jefe de Gobierno consideró, acertadamente, que la reforma petrolera propuesta por Calderón es un tema que tendría un “impacto trascendental” en el DF ¿Cómo se podría negar eso? Los habitantes de esta entidad no somos ajenos a esa cuestión y es bueno que nuestra autoridad local nos pregunte qué opinamos al respecto y si estamos o no de acuerdo con las reformas propuestas. Me complace que un periodista como Sergio Sarmiento confiese que fue a votar en la consulta. No hizo falta que dijera cómo. Probablemente los que descalificaron la consulta no pensaron que sirviera para maldita la cosa si les resultaba ilegal.

Quisiera decir que la consulta sólo fue un ejercicio cívico para dar a los defeños la oportunidad de manifestarse en torno a las reformas. Que hayan sido pocos los que fueron a “votar” se comprende, porque para muchísimos ciudadanos esa consulta sólo era una oportunidad de opinar y tal vez pensaron que no valía la pena. Lo he preguntado a mis vecinos y, en efecto, eso me dijeron, reconociendo que la cuestión petrolera es vital para el país y la conocieron a través de lo que pudieron saber por los debates sobre la materia.Leer mas
APAGA LA TELEVISION, NO PERMITAS QUE ASESINEN TU MENTE E INFORMATE EN LOS MEDIOS ALTERNATIVOS.

ENCRUCIJADAS





Rolando Cordera Campos
Encrucijadas

Se trate o no de “diferencias de tono” entre la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, como las llama el analista Enrique Quintana (Reforma, 01/08/08), el hecho es que el reciente informe del gobernador Ortiz sobre la situación económica nacional es contundente y debería servir para dejar atrás los muchos equívocos provocados por la dialéctica entre optimistas y pesimistas invocada por el propio gobierno.

En justicia, habría que admitir que se trata de un legado envenenado más del (des)gobierno de Fox, quien se dedicó a inventar alegremente cifras de empleo y a confundir al país sobre el estado real de la economía y sus efectos sobre el resto de la vida social, así como a “vender” sus reformas como si fueran Coca-cola, la chispa de la vida de una economía exangüe que lleva más de dos décadas sin generar los empleos necesarios y, como se muestra ahora, las capacidades mínimas para asegurar su abasto básico.

De este desbarajuste no se ha recuperado la opinión pública que un día sí y otro también asiste a un carnaval de datos, cifras, interpretaciones y proyecciones que le impiden centrar su atención en lo importante. Esto es sin duda grave, entre otras cosas porque una economía abierta y de mercado como la que nos hemos empeñado en construir requiere de información consistente y amplia, así como de interpretaciones rigurosas y sistemáticas sobre el desempeño económico y sus perspectivas. De no ocurrir así, la mano la llevan los especuladores de las finanzas y la política, en un mundo dominado por la especulación desenfrenada propiciada por la “magia” y el fundamentalismo del mercado que tienen sus baluartes precisamente en los círculos de inversión financiera.

Por más esfuerzos empeñados por el Banco de México y el INEGI, la incertidumbre sobre la calidad de las cifras y sus proyecciones se ha apoderado de diversas franjas de la opinión pública, entre las que están varios estamentos de la empresa privada, sobre todo de la mediana y pequeña, que pugna por sobrevivir en el ambiente más hostil imaginable.

El horno económico así, no está para bollos, como bien dice Carlos Fernández Vega (La Jornada, 01/08/08, p.32) sino para estampidas demográficas y financieras. Para las primeras hay ya un muro en operación; a las segundas sólo las detiene la incertidumbre mayor sobre lo que puede ocurrir en el Gólem del Norte.

Ésta es una encrucijada mayor si asumimos en toda su magnitud el horizonte de estancamiento con inflación delineado por Ortiz: capear los temporales que acompañan este barroco fenómeno del capitalismo global va a necesitar de algo más que de la paciencia inveterada del pueblo mexicano, que sólo adquiere existencia para los que mandan cuando de apelar a su resignación se trata. La verdad es que este pueblo parece ahora dispuesto a reclamar más de la cuenta, a pedir resultados y a exigir que su opinión cuente. Con ello, a medida que se despliegue como reclamo ciudadano, pero también laboral y de consumo, este pueblo tan prontamente declarado como no existente por la sociología al modo del poder, se torna protagonista de la política y factor económico en activo, que obliga a revisar el cálculo macro y microeconómico.

Puede la caída económica “no estar tan mal” (La Jornada, 31/07/08, pp. 1, 24) como sugiere Banxico, porque siempre se puede estar peor como postula la economía política ortodoxa, pero tal como nos la ha descrito su gobernador es suficiente para que gobierno y sociedad nos declaremos en estado de emergencia. Puntos de más o de menos en el crecimiento del producto interno bruto (PIB) no despejan el panorama de desolación del empleo y del ingreso; décimas de más o de menos en el crecimiento de los precios no difuminan, ¡verbo a modo!, la actualidad de una carestía que como siempre le pega a los más débiles en la economía, quienes a su vez suelen repercutirlo en los más débiles en el hogar o la comunidad (niños, viejos, madres).

Cooperación social y económica en un mundo dominado por el mercado no es fórmula fácil ni goza de la simpatía de los que mandan o influyen. Pero se trata, sin más, de una condición para la sobrevivencia de una sociedad en crisis cuyo sistema de dominio y lucro sigue articulado por aquella “alianza para las ganancias” que tan bien describió Roger Hansen cuando empezaba la crítica del desarrollo estabilizador que se había vuelto desestabilizador, para recordar a otro amigo y colega americano, Clark Reynolds.

La historia no se repite sino como farsa, dijo el clásico, pero lo que tenemos enfrente es el cuadro goyesco de una tragedia, a pesar de tanta bufonería ambiente.

APAGA LA TELEVISION, NO PERMITAS QUE ASESINEN TU MENTE E INFORMATE EN LOS MEDIOS ALTERNATIVOS.
YUNQUELAND ROMPIENDO EL CERCO INFORMATIVO.
http://www.yunqueland.com/
http://resisteacapulco.blogspot.com

DECRETOS POR ENCIMA DE LA LEY






Antonio Gershenson
gershen@servidor.unam.mx
Decretos por encima de la ley

La llamada iniciativa del PRI, que no todos los priístas reconocen como tal, va contra el hecho de que las leyes deben estar por encima de un decreto presidencial, que no pasó por el Poder Legislativo. En Pemex se formaría una cantidad de organismos descentralizados de dos categorías: los llamados subsidiarios, que equivalen a, por ejemplo, Pemex Refinación, aunque podrían estar más subdivididos. En cierto sentido, equivalen a los actuales organismos.

La otra categoría son los organismos filiales, con objeto de realizar las obras necesarias para la operación de los de la categoría anterior, por ejemplo, construir o instalar refinerías, o una refinería. Unos y otros, como ya vimos, pueden ser, en un momento dado, desincorporados por acuerdo del consejo de administración, o sea privatizados (Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos, artículo 19, inciso IX). Y pueden ser creados por ley o por decreto del Ejecutivo federal.

Vamos a referirnos a un aspecto de este problema de los múltiples organismos en los que se pretende pulverizar Pemex. Se cambia el artículo tercero de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales para quedar como sigue:

“Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los organismos descentralizados de carácter estratégico filiales, creados por ley o decreto expedido por el titular del Ejecutivo federal, cualquiera que sea la estructura jurídica que adopten, se regularán por sus propias leyes o decretos de creación, y esta ley se aplicará sólo en lo que no se oponga a aquellas.”

Aquí se afirma, primero, que el titular o jefe del Ejecutivo federal puede expedir decretos creando los organismos de los que hemos hablado. Segundo, que será ese decreto de creación el que los regulará. Expresamente se dice que estos decretos están por encima de la ley de la que este texto formaría parte, la de entidades paraestatales.

Por lo mismo, buena parte de la discusión de los legisladores acerca de esta iniciativa sería inútil. Donde verdaderamente se regularían estos nuevos organismos sería en estos decretos presidenciales, que no pasan por las cámaras legislativas. Llama la atención que una propuesta que da poderes omnímodos al Poder Ejecutivo federal, que está en manos del PAN, se esté proponiendo en una iniciativa que supuestamente es del PRI.

Hay otros casos en los que la propuesta de Ley Orgánica de Pemex, que es sectorial, esté por encima de leyes federales de vigencia general. Por ejemplo, se agrega un párrafo al artículo primero de la Ley de Obras Públicas y servicios relacionados con las mismas:

“Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los organismos descentralizados de carácter estratégico filiales, aplicarán los criterios y procedimientos previstos en esta ley, en lo que no se contrapongan a lo dispuesto por la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos.”

También se adiciona un párrafo al artículo primero de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, para quedar como sigue:

“Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los organismos descentralizados de carácter estratégico filiales, aplicarán los criterios y procedimientos previstos en esta ley, en lo que no se contrapongan a lo dispuesto por la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos.”

La citada ley orgánica se colocaría por encima de las leyes de obras y de adquisiciones. Esto tiene que ver con los privilegios de funcionarios, premios a contratistas, adjudicaciones directas de contratos y otros que ya se han dado a conocer, y que en algunas de sus partes violan las leyes de obras y de adquisiciones.

En la parte final de la citada ley orgánica se conserva el planteamiento de la iniciativa gubernamental en el sentido de que todos estos organismos petroleros “podrán convenir la aplicación de derecho extranjero, la jurisdicción de tribunales extranjeros en asuntos mercantiles y celebrar acuerdos arbitrales cuando así convenga al mejor cumplimiento de su objeto.”

Es importante que tengamos presentes propuestas como éstas y las analizadas en mi artículo del viernes 25 de julio, para que por ningún motivo sean aceptadas.

APAGA LA TELEVISION, NO PERMITAS QUE ASESINEN TU MENTE E INFORMATE EN LOS MEDIOS ALTERNATIVOS.